miércoles, septiembre 29, 2010

No estaba muerta...

... y tampoco andaba de parranda. En realidad es que estaba trabajando, tratando de salir adelante con los retos que la viducha me pone enfrente.

Después de un mes de arduo trabajo por fin terminé con la revista, al parecer el universo conspiró en mi contra y me envió a la peor 'asistonta' del mundototote... La chamba se volvió pesada, interminable y absorbente... mis horas libres eran realmente pocas y la apatía se apoderó de mí... De pronto ya no era sólo yo la que pagaba por el exceso de trabajo... mi Tarzán, familia y amigos notaron la ausencia... pero hoy estoy de vuelta.

El lunes y martes anduve de gira por las truculentas y caóticas calles de la ciudad de México... no pude ver a ninguno de los que quiero y viven allá porque las cosas fueron más complicadas de lo que esperábamos... morí del estrés, dormí en una cama que no era mía, extrañé al amor de mi vida y lloriqueé abrazando su chamarra. Comí lo mínimo indispensable y me dediqué a preguntarle a la viducha de porquería por qué las cosas no pueden ser distintas... por qué tengo que estar lejos de él... por qué... por qué... por qué...

Con respecto a mi trabajo no tenía dudas... siempre he confiado en mi capacidad para responder de manera profesional y eficiente... pero no deja de haber detalles que, últimamente, ya no me dejan dormir... o sí, pero no tan rico como lo haría si no tuviera preocupaciones... Por lo pronto debo mantener la calma, pensar las cosas fríamente y hacer de tripas corazón por un rato más... En unos meses tendré noticias...

Ahora lo importante es que volví... y volví para todo... los planes son muchos, las metas y objetivos no me darán prórrogas o justificaciones... el amor de mi vida está conmigo y todo parece irse acomodando de manera favorable... y yo he comprobado una vez más que soy la chida de la historia... jiji...

Pronto les cuento el chisme....

Sólo por hoy: besos, abrazos y apapachos GRATIS... para todos.

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domingo, septiembre 19, 2010

Es difícil volver después de tan larga ausencia… es como entrar con sigilo, casi en silencio… empujar quedito la puerta, avanzar con paso lento, frotarse las manos con la mirada gacha y decir, con los cachetes sonrojados: he vuelto.


No temo las consecuencias, sé que mis 2 que 3 lectores están ahí… al pendiente de mí y de lo que acontece en mi viduchita de porquería… por mucho, poco, aburrido o interesante que sea… y lo agradezco.


Ustedes saben que la ausencia es casi involuntaria… que la chamba es chamba y que a ratos no puedo ni respirar… incluso, y no es justificación, aún no termino con el cierre de edición… lo más probable es que el próximo viernes esté yo sufriendo en tierras con olor desagradable… léase: defe.  Pero no me quejo... Ay bueno, sí me quejo, lo hago todo el tiempo pero, como dirían aquellos que me han soportado de cerca, dejaría de ser yo si no lo hiciera…  El punto es que estoy disfrutando de lo que hago porque creo que me sirve para seguir avanzando en este truculento camino de la viducha… 


Debo confesar que los planes de cambio siguen… me refiero específicamente al aspecto laboral… quizá deban ser aplazados por cuestiones de ‘estrategia’… pero no puedo olvidarme de mí, de mis sueños, de mis deseos y de mis necesidades… 


El destino me tiene en pausa por el momento… podría decir que no pasa nada interesante… pero mentiría porque los sueños no se detienen y, además, lo laboral no es lo único que mantiene a mi cabecita ocupada, aunque a veces parezca lo contrario.


Si pretendiera mantener este post en el mood romanticón y cursi diría que cada día es una nueva oportunidad para aprender, crecer y ser… pero como a ustedes… y mucho menos a mí, nos gusta esa parte de la chida… mejor lo dejamos así y seguimos poniéndonos al día.


Hace una semana fue mi cumpleaños… debo confesar que no fue como a mí me hubiera gustado… al principio… porque después decidí que fue uno de los mejores que he tenido… y de ello fueron responsables mi Tarzán del alma y mi familia… ¡Malditos! Me tendieron una trampa a prueba de estúpidos y yo caí… y sí, me sentí estúpida… estúpida y feliz… RE feliz. Gracias también a mis 2 que 3 lectores de quienes recibí llamada, mensaje y mail… jeje, me consienten mucho y yo los quiero por eso… 


Mi cotidianeidad me sorprende también todo el tiempo… la vida compartida ha resultado ser mucho mejor de lo que hubiera imaginado… el amor de mi vida me ayuda a constatarlo con sonrisas, besos, abrazos y otros detalles felices que no voy a contarles por ahora… pero que me ayudan a mantenerme viva, feliz y con miles de cosas por hacer, pensar, planear, vivir… GOZAR.


Chingá… no pude dejar de ser cursilosa y ‘pinky’… pero como yo soy la chida de la historia y este es mi blog… se chinga el que no le guste…


lunes, septiembre 13, 2010

28

No se trata de ningún número de la suerte... tampoco tiene nada de particular más que ser la cantidad de años que cumplo el día de hoy... La primer felicitación que obtuve este día fue de quien deseaba que lo hiciera... quizá no como me hubiera gustado... pero ahí estaba y espero que siga estando.

Debo confesar una cosa... ¡Me encanta ser el centro de atención!

Sí... acepto que soy ranchera e incapaz de aceptar cumplidos de todo el mundo... pero los abrazos, los besos, las felicitaciones y los buenos deseos... esos sí me hacen muchísimo bien y los acepto con la mejor de mis sonrisas con dientes de conejo. 

Me levanté desde las 5.15 de la mañana y llegué muy temprano a la oficina (6.15), dispuesta a avanzar lo más posible en mis pendientes de cierre de edición que ya me tienen vuelta loca... desde las 8 de la mañana comencé a recibir llamadas, mensajes, mails y felicitaciones vía feisbuc... Ninguno de mis hermanos lo olvidó y espero ansiosa que sea esta noche para festejar con mi familia y (ojalá) mi Tarzán del alma... 

No puedo negar que estoy en una situación anímica extraña... entre apática y ansiosa de seguir recibiendo cosas... más que materiales... de esas que son apapachos... pero también estoy necesitando que el tiempo, por mucho que suene a estupidez... sea más real, más tangible, más a disposición mía... Chingá!! por algo soy la chida de la historia...

Hoy necesito los abrazos de vuelta... jejeje... los más que se puedan... y escuchar al unísono esa cancioncita típica de estos eventos... y 1... 2... 3...

¡¡Estas sonnnn las mañanitaaaaas!!

Soy la chida de la historia.


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miércoles, septiembre 08, 2010

Ni compradora compulsiva... ni exhibicionista.

Recién lo descubrí... ¡estoy  loca! y lo acepto con resignación y pellizquitos de orgullo...  En definitiva, hay cosas a las que otras personas no se arriesgarían, a menos de contar con tornillos de menos... como es mi caso. Lo cierto es que mi grado de locura tendrá que disminuir considerablemente pues también he descubierto dos detalles que me hacen sonreír y sonrojar al mismo tiempo... 

Una de ellas no es secreto para ustedes, mis queridos 2 que 3 lectores, lo he dicho antes: odio hacer compras... odio las filas en las cajas, me enerva de manera desquiciada el tener que elegir entre un producto y otro... a ratos la tienda me da vueltas y yo lo único que quisiera es una banca donde desparramar mis carnes y una bolsa de papel para respirar dentro de ella y contar hasta 100... Las consecuencias de mi intolerancia las ha tenido que sufrir mi Tarzán del alma... y yo, como otras veces, estoy dispuesta a intentar superarlo... hacer el super ya no es una opción que puede ser postergada durante meses... 

Lo anterior me libra de ser aquello que denominan 'comprador compulsivo'... por mi propio bien, y salud mental, procuro acercarme lo menos posible a cualquier tienda... porque además la gente me abochorna... y mientras menos me exponga a ello, mejor.

La otra que he descartado, la que se refiere al exhibicionismo... vaya, esa sí me quedó muy clara... no es lo mío andar por la vida mostrando a los demás lo que sólo es para mí... No, no... no me pidan que les cuente la manera en la que llegué a esta conclusión... sólo les digo que voy a tener que escribir con sangre y hacer miles de notas mentales acerca de asegurarme de que la puerta del departamento esté siempre bien cerrada... desde ahí hay una vista espectacular de mi cama... focof!

Y qué, aún así sigo siendo la chida de la historia...

(ya mero es mi descumpliaños... )

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