viernes, enero 28, 2011

¿Qué dice que dijo?

Pareciera que han pasado meses... mi situación laboral me ha mantenido lejos de mi blog... o al menos es ese el mejor pretexto que se me ocurre ahora.

Estuve leyendo varios de mis posts anteriores y descubrí, con un poco de tristeza, que la cantidad... y acaso calidad, de mis entradas han ido disminuyendo conforme pasa el tiempo. Busco y me pregunto las razones y, bueno, no sé ni qué contestarme a mí misma...

Quizá es que me animé a escribir para no dejar con pocos escritos el primer mes de este 2011 que pareciera tener prisa por abandonarme... quizá es que quiero compartir con ustedes, mis queridos 2 que 3 lectores, el estatus de mi viduchilla de porquería... quizá es que no tengo ni reputa idea de qué hacer con mi tiempo y una computadora a la mano...

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Ayer fui y volví del defe... el trabajo terminó el miércoles a las 8 de la noche y habríamos de partir temprano desde mi Querétaro lindo para no sufrir las horas de tráfico en la entrada a la ciudá... Las instalaciones de la imprenta, a la que debía ir para culminar el proyecto cuatrimestral, eran distintas a las 'de siempre' y por ello teníamos que ir bien 'truchas'... lo bueno es que viajó con nosotras mi asistente que es re chida pa' andar por aquellos rumbos y llegar fue re fácil.

El día transcurrió más rápido y para la tarde/noche ya estábamos de vuelta en nuestro querido queretarock!. El cuerpo me dolía, mi cerebro se negaba a realizar cualquier actividad, mi cabecita clamaba por un par de aspirinas y mi alma necesitaba la presencia, los brazos, los labios y el amor de mi Tarzán.

Al principio el sueño se negó a hacer su parte... pero después me dejó tirada en la cama, cual bulto, para que fuera mi Tarzán quien me quitara los lentes y me mandara a mi lugar... Dormí como tronco... pero mi cuerpo no descansó... quizá mi cerebro tampoco. Soñé mil estupideces y las pesadillas fueron peor que bromas de mal gusto... En la mañana me dolía todo mi puerquecito... las lágrimas seguían brotando de mis ojitos, chiquitos y coquetones, sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo...

Preparé chilaquiles para desayunar... a mi Tarzán le gusta que, de vez en cuando, lo consienta haciendo escala en la cocina... jaja, y como yo lo amo.. en ocasiones le concedo el deseo...

No sé cómo podría catalogar mi estado de ánimo en este momento... por un lado estoy contenta de saber que, una vez más, mi trabajo fue bueno y, por lo tanto, los resultado lo serán también... pero al mismo tiempo estoy insatisfecha... insatisfecha con las personas que no saben hacer lo suyo... que vagan por la vida metiéndole el pie a los demás... nomás como para chingar...

Estoy en pausa... asimilando de a poco que la carga de trabajo ya terminó... que mi estrés deberá ser desahogado, escupido o vomitado... que las horas volverán a ser mías y, claro, que los planes deberán volver a ser puestos en la mesa... como para intentar llevarlos a cabo, ahora sí.

Comencé el año con libros nuevos y estoy tan tentada a ir a pasear a micsop (acá mixup) a echarme un clavado en la sección de cinediarte, que tan buenas cosas tiene de repente... No es que yo sea mamona, presumida, quesqueartistilla... o sí, lo que realmente me está haciendo falta es volver a sentirme yo, tener otra vez el control de mis pensamientos y establecer, de a cuerdo a mis propias necesidades, las prioridades de mi vida...

Urge un momento de paz... horas de cama y palabras en silencio con miradas de complicidad... También se necesitan películas que no hagan llorar y palomitas con sabor a ¡qué chido!... Muero por una estabilidad que no bailotee de miedo ante la inseguridad de mis planes no realistas... Deseo con toda mi alma cantar a gritos sin que me importe lo que los vecinos puedan escuchar...

Estoy asustada... mis reacciones son lo que me pone así... No niego que soy la chida de la historia, eso no se puede... pero la chida de la historia sabe que, con el tiempo, aparecen cositas que antes no existían... retos a los que se ha de hacer frente sin importar que tan difíciles parezcan...

Si yo fuera ustedes, 2 que 3 lectores, haría caso omiso a todo este debraye... estoy en proceso de recuperación y no sé qué tan lúcida estoy en estos momentos... Enero se me está escapando... en realida, me vale madre el numerito que aparece en el recuento de entradas de cada mes que ha pasado en el cómo, cuándo y dónde de mi vida... pero prometo que, de ahora en adelante, no volveré a pasar por alto mi necesidad de estar aquí y escupir un poco de realidad...

Soy la chida de la historia...

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lunes, enero 24, 2011

Y contando...

¿Cómo olvidar el día que te vi por primera vez?. Era una fría tarde de enero y mi necesidad de abrazarte se mezclaba, temblorosa, con tu mirada tímida. Me viste primero tú, lo sé... y fuiste tú el primero en muchas cosas, no así en el beso robado por la ansiedad de ser tuya...

Mañana se cumplirán los primeros 2 años de esta realidad compartida, de este amor que nació limpio e inocente. No sé de qué forma agradecer... no sé cómo demostrarte lo feliz que me haces, aunque seguramente lo sabes... No sé cómo decirte, ni en qué lenguaje, que eres quien me ha enseñado la forma de disfrutar los diferentes momentos en la viducha...

¡Un paso a la vez!, es lo que dices siempre... y a ratos corro ansiosa, histérica o dramática... pero agradezco ir siempre a tu lado y que seas tú quien me recuerde que frenar no hace daño... al contrario. Si vamos despacito apreciamos más el panorama de cada día... ¡Gracias por eso también!

Sé que no siempre ha sido fácil, claro, como que yo no soy una perita en dulce... pero hemos llegado hasta aquí... y seguiremos... Los momentos fuertes los hemos convertido en lecciones y los momentos 'chidos' se quedan con nosotros para hacer, de esta, una maravillosa experiencia... y, por qué no, una hermosa historia de amor... Hell yeah!

Mañana será otro día... será 'nuestro' día... y yo podré decirte, una vez más mientras te miro a los ojos:

Héctor, te amo.

Soy la chida de la historia.
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martes, enero 18, 2011

El estrés de ahora.

Estrés (del inglés stress, ‘tensión’) es una reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada. (Dice Wikipedia)


Siempre he estado acostumbrada a hacer frente a los problemas, a las situaciones complejas y nunca, léanlo bien mis queridos 2 que 3 lectores, nunca me echo para atrás... ni siquiera para agarrar vuelo. Desde pequeña fui la que establecía la calma y pretendía, con sus aires de todopoderosa, resolver lo que fuera porque... pues porque soy chingona, vaya.


No estoy segura si, en la mayoría de las situaciones que se han presentado en mi viduchita de porquería, es más fuerte mi orgullo y en consecuencia es lo que empuja a mi creatividad para salir adelante y no quedarme tirada cuando ha sido necesario.


Desde muy chiquita mi papá se encargó de dejarme bien claro que en esta vida se debe ser fuerte, inteligente… ¡el mejor! Nunca he dudado de mí, al menos no en público… jeje. Mis ratos de debilidad han quedado guardados en los rincones más ocultos de mi memoria… y espero que también de la de aquellos que, en algún momento, fueron testigos presenciales de mis caídas…


No me avergüenza ser débil… bueno, sí… mucho. Pero aprendí, desde hace un par de años, que las lágrimas son válidas, que pedir ayuda no me convierte en una inútil y que puedo con TODO lo que se me ponga enfrente. Claro, si no, ¿quién es la chida de la historia?


Últimamente mis retos son más fuertes y mis debilidades más expuestas… A ratos me siento incapaz de sobrellevar algunas cosas pero, volviendo la cabeza atrás, me doy cuenta que hay tantas personas a mi alrededor que valen la pena… tantas cosas por las que luchar… tanto futuro a mi disposición… Entonces respiro profundamente y regreso a analizar la situación que me tiene haciendo berrinche o drama…


No me puedo quejar… ejem, corrijo: no debería quejarme… aunque lo hago continuamente… pero también agradezco con todo mi corazoncillo de porra a las personas que han estado a mi lado en los momentos más difíciles… sacándome del hoyo en el que me encuentre metida.


Hoy sigo siendo la misma guerrera de siempre… me siguen pegando duro los reveses de la vida… me sigo haciendo chiquita en casa cuando nadie puede notar que soy débil y me cuesta el mismo, o más, trabajo que a los demás… Pero no es igual que hace un año, por ejemplo… mentí cuando dije que nadie lo nota porque él está ahí… a mi lado, apoyándome y echándome todas las porras que necesito y amándome tal cual soy… Gracias, amor.


Pero por otra parte está también mi disposición a estar bien… a ser feliz y ser una mejor persona cada día. Ahí radica la diferencia entre el estrés que me pone loquita y hace que mis horarios se salgan de control pero que se ocultan cuando estoy con él… al que me ponía histérica y echaba a perder mi vida cada 4 meses…


Me siento estresada, miento madres a diestra y siniestra pero llego a casa, recibo un beso y un abrazo… a veces algo más y todo se compone…


Yeah!


Soy la chida de la historia.


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viernes, enero 14, 2011

Muerta, no... de parranda, menos.

Ya saben que me desaparezco a ratos, que no por ello me olvido de ustedes, mis 2 que 3 lectores... al contrario. Entre el estrés, el trabajo, la casa, el marido y los compromisos familiares se me pasan las horas pensando y deseando poder actualizar de nuevo esta bitácora... Mi familia ahí está, como siempre, para mí. Mi hombre es el mejor... enamorándome cada día más...

Precisamente él, mi Tarzán del alma, es quien me ha preguntado por qué ya no escribo nada aquí... '¿pos aquioras?', me defiendo. Pero no, nada es tan urgente o tan absorbente como para que la chida no pase siquiera a saludar.

Por eso estoy aquí... por eso y porque no quiero volverme loca de estrés, de preocupancia, de ansiedad... El trabajo, como ya saben ustedes, se vuelve prioridad cada 4 meses... pero esta vez es terrible porque mi ánimo al respecto anda rete apagao... Hay días que maldigo a mi suerte por tener que estar en esta silla, rodeada de estas personas, escuchando estos gritos y tragándome TODO lo que quisiera decirles a estas y aquellas personas...

Me gusta mi trabajo... lo que no me gusta son las personas que están cerca de mí en ese trabajo... Por ahora no me queda de otra más que ser responsable y cumplir, cabalmente, con las obligaciones que tengo, después... después tendré que pensar en cómo volver a disfrutarlo...

Así que ya lo saben... ando enchinga... pero aquí sigo. Los quiero, los extraño y necesito porras... Quiobo, ¿cuento con ustedes?...

Soy la chida de la historia.

martes, enero 04, 2011

2011...

Hace cuatro días que comenzó este 2011 y todavía no lo conozco bien, aún no sé de qué manera tratarlo o qué esperar de él... supongo que es lo que pasa con todo lo nuevo, lo desconocido, lo que llega sin previo aviso y sin preguntar si está, uno, de acuerdo o no... Será cosa de ir 'con pies de plomo' para que no haya de esas sorpresitas desagradables...

Pienso que las primeras horas de este año fueron las que determinaron mis deseos diañonuevo... o sea, como todos tenía ya mis deseos definidos y, de la misma forma, estaba ya consciente de las obligaciones, responsabilidades y compromisos a los que me hacía acreedora nomás de pensarlo... Pero, algo pasó. En algún momento de esa laaaarga mañana de sábado, con la respiración tibia del amor de mi vida al lado, supe que tengo muchas ganas de permanecer así, a su lado, compartiendo calor y otras cosas...
Él no lo sabe pero una de mis manías es mirarlo cuando está dormido, pensar en lo que los 2 queremos y fantasear con el futuro que, si bien es incierto, promete mucha felicidad, sonrisas y satisfacciones...

También he estado pensando en mí, en lo que soy y quiero... quizá me decida a seguir estudiando y crecer de manera profesional... aunque también he pensado que quiero dirigir toda mi energía al negocio familiar... bueno, no toda. Lo que sí quiero se volver a hacer todas esas cosas que me hacían sentir bien y que, por una u otra razón, dejé de lado con el paso del tiempo.

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Personas van y vienen en esta viduchita de porquería pero, no miento cuando les digo, qué chido es saber que muchos/as están ahí, al pendiente de lo que le pase a esta chidilla pecosa...

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Sigo mirando desconfiadamente a este, en pañales, 2011... esperando a que saque lo mejor de mí y de aquellos que me rodean... Chingao, una no puede darse el lujo de caminar con los ojos cerrados... ;)

Sigamos esperando... soñando, planeando y deseando...

Soy la chida de la historia.

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