domingo, enero 26, 2014

Cinco años.

La última semana sólo he pensado en la conspiración del destino, en la magia de las casualidades y, en definitiva, en las bendiciones del dealláarriba para conmigo. Por más que lo pienso, creo que no hay forma de agradecer por lo que tengo y lo que soy... por lo que de a poco he construido de la mano de la persona que está a mi lado.

Hace ya cinco años de ese maravilloso encuentro, no casual, pero sí afortunado... hace ya cinco años que me perdí en esa mirada que se fijaba en mí llena de ternura y de amor... hace ya cinco años que enfrenté mis peores temores y que, ¡gracias, Dios!, opté por adentrarme en esas cosas del amor... y heme aquí, de nuevo con miles de planes, manteniendo los recuerdos pero bordando los adornitos de todo aquello que habrá de venir.

Me chocan esas preguntas de "¿cómo te visualizas en X años?"... porque me he tenido que tragar tantas cosas... NADA de lo que tengo y soy ahora estaba dentro de los planes, de nada sirve trazar una línea si después pasan cosas hermosas y termino siendo otra... que me encanta esa otra que soy... pero entonces no me pregunten esas tonterías.

Mi familia, mis amigos y alguno que otro metiche han sido testigos de cómo las cosas han ido evolucionando... y yo, protagonista de esta historia, soy la primera en decir que se trata de una bendición de Dios y me niego, rotundamente lo hago... a dejar pasar todo como si nada. Lo que soy ahora no se compara remotamente con lo que tenía decidido ser... ¡esto es mucho mejor!.
Los problemas vienen de la mano, lo sé... nadie dijo que sería fácil, pero creo que ambos, (él y yo) estamos dispuestos a pasara por lo que sea con tal de permanecer juntos... toda la vida... hasta la eternidad.

Te amo, Héctor... y me encanta ser tuya, que me lo hagas saber mirándome a los ojos y me lo demuestres todos los días con esa ternura que sólo tú sabes.

Soy la Chida de la historia.