martes, enero 28, 2025

Días de enero

Enero es un mes importante para mí, lo es desde varias perspectivas: el inicio, la oportunidad, la nostalgia, el amor y la locura.

El inicio.
Claramente, tal como lo indica el calendario, enero es el primer mes del año. Aquí es donde dan inicio los sueños, los propósitos, los retos y todo aquello que quedó inconcluso el ciclo anterior. Este es el mes en el que los gimnasios se llenan, aunque sea las prineras dos semanas, es el mes en el que nos resignamos a la dieta y a las metas económicas; es,sin duda, el mes más pesado y lleno de auto engaños donde la cuesta sí que cuesta. Enero es el que le da título a este post, así que allá vamos.

La oportunidad:
Hoy (el día que se me ocurrió escribir esto) tuve una cita médica "interesante", es la primera vez que estuve en el consultorio de un hematólogo. La cita en sí no fue complicada, solo se pusieron a prueba varias de mis (no)habilidades de (des)memoria, que superé con creces, obvio. Lo realmente difícil fue la incertidumbre previa, mis miedos se dieron vuelo en la montaña rusa de mi esencia de drama queen. Aún sigo en espera de los resultados de varios estudios y el consecuente diagnóstico y tratamiento, pero ya con mucha más tranquilidad y paciencia.

La nostalgia.
Nunca es un buen momento para decir adiós, mucho menos cuando la gente se va sin previo aviso y lo único que queda es el corazón roto y el sueño de reencontrarnos con ellos algún día en el más allá. No importa cuántos eneros ni cuántas lágrimas, los recuerdos siguen intactos.

El amor.
Fue una tarde fría, en una ciudad que no es la mía, donde no pude (no quise) evitar sumergirme en la mirada más dulce y transparente que hubiera visto jamás. El contraste entre todos los miedos, prejuicios y tabúes que llevaba cargando, y los murciélagos aleteando en mí interior fue la combinación ganadora para que me atreviera a entregar todo y más. Que la cagué y el camino ha sido a ratos complicado, sí, pero volvería a hacerlo con tal de llegar a donde estoy ahora. Y ya, cállense que no les pregunté su opinión, jeje.

La locura.
La gente que me quiere sin ningún tipo de obligación es, simplemente, gente loca de atar. No entiendo por qué pero agradezco con todísimo el corazón que sea así. 
No sólo el primer mes del calendario es el pretexto para dar nombre a esta entrada, lo es también una canción de Shakira que me estruja el corazón de una manera bonita, como esos abrazos que apachurran pero que alivian. Quizá, la persona a la que voy a aludir con esto ni se va a enterar pero, yo jamás voy a olvidar que fue mí salvavidas durante los primeros meses cuando decidí jugarle al valiente y salir de casa de mis padres para sentirme autosuficiente, que uno de los pocos abrazos (físicamente) que nos hemos dado en la vida él y yo lo he llevado siempre como uno de los mejores recuerdos de nuestra amistad porque fue, justo, una de esas veces en las que yo estaba tan rota y tan incapaz de reconocerlo.

Recuerdo muy bien una noche, después de un arduo día de trabajo en la oficina, tirados sobre su colchón inflable y cantando rolitas chidas...

... Y todo va a pasar, pronto verás el sol brillar. Tú, más que nadie, mereces ser feliz...

Soy la Chida de la historia.

viernes, enero 10, 2025

Veinticinco

Diez de enero de 2025, bitácora de la Chida... Jeje, suena cool.

No importa la cantidad de días que hayan transcurrido de tal o cual año, hay gente con la que me es sumamente complicado interactuar, algunos más cercanos de lo que me gustaría.

Quizás alguien opina que me quejo demasiado, y sí, pero es que si no lo hago corro el riesgo de asesinar a alguien... En absoluto sentido figurado... Ajá.

Así es que, sí, este 2025 pienso seguir quejándome de todos y de todo. Advertidos están. Bienvenidos sean ustedes, queridos dos que tres lectores, a otro año de lotería quejica y chin chin el que se raje.

Soy la Chida de la historia.