jueves, noviembre 19, 2009

La peña de Bernal y sus tesoros ocultos...


Villa de San Sebastián Bernal mejor conocido como BERNAL, es un bello pueblo colonial fundado en el siglo XVII, en el año 1647, situado a 40 minutos de Querétaro y dos horas y media de la ciudad de México.

Es conocido por su enorme monolito de roca maciza, (Peña de Bernal); la tercera más alta en el planeta después del peñón de Gibraltar en el mediterráneo y el Pan de Azúcar en Rió de Janeiro.
Aparte del enorme atractivo de la peña, es un agasajo para aquellos que gustan de un verdadero lugar de descanso y disfrutar de la magia que se contagia y se respira en los rincones de este bello lugar. Es famoso también porque miles de personas acuden al equinoccio de primavera  a cargarse de energía. 

Recientemente la Villa de Bernal adquirió el título de Pueblo Mágico.
Los Pueblos Mágicos son reconocidos de esta forma por ser localidades que tiene atributos simbólicos, leyendas, historia, hechos trascendentes, cotidianidad, en fin magia que emana en cada una de sus manifestaciones socio - culturales, y que significan hoy día una gran oportunidad para el aprovechamiento turístico.
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Blah, blah, blah...
El fin de semana pasado tuve la oportunidad de compartir detalles lindos con mi novio... los detalles escabrosos y cochinones no se los contaré... por ahora... ja!

En realidad el fin de semana fue mucho más que un paseo al 'mágico' pueblo de Bernal en mi Querétaro lindo... la verdad es que esta visita fue muy planeada pues tenía un detalle por demás especial: Naomi, la hija menor de mi adorado hombre. Después de varios meses de relación hemos comenzado a integrarnos más el uno con el otro... nuestros asuntos, nuestra familia, nuestra vida. Así como yo tengo una escala de valores y afectos muy marcada, mi novio también la tiene y en ella el lugar principal lo ocupan sus hijas... así que era por demás importante para mí la visita de Nao...

Llegaron el sábado temprano y yo con mis shows de trámites y pendejadas.. por eso no pude ir a recogerlos a la terminal de autobuses como me hubiera gustado... por eso no pude estar en casa para esperarlos... por eso los tuve esperando en la calle durante más de 10 minutos.. ARGH!... comenzó mal, pensé... y ya los nervios y el miedo de que todo saliera del nabo me tenían tan preocupada...

Debo confesar que tenía muchos temores atravesados en la cabeza, en el estómago y en mi corazoncillo de porra... ¿qué pasaría si yo no le caía bien a la niña?... y si no le gustaba el lugar, y si se aburría, y si... 
Afortunadamente me equivoqué... Fuimos por mis 2 sobrinos y mi hermanito para irnos al cine. Vimos 9 de Tim Burton... lloré al final y el nerviosismo seguía latente... una visita a los videojuegos y chunchitas que entretuvieron a los enanos... el tum tum de mi corazón acelerado... besos, abrazos y consuelos de mi Tarzán... todo va bien, todo va bien...

Diversión, risas, ruido... me vuelvo loca! pero sonriente y feliz.

La comida fue un show... al final todos comieron muy bien... delicioso y casi nutritivo... Pelea y reconciliación con los palitos chinos... berrinche de mi sobrino y el carrusel que le entró al quite...
El regreso a casa un poco perturbador... venía acaso el momento a solas... las preguntas... la necesidad de complacer a mis 2 queridos visitantes... a mi amorcito que se esforzaba tanto por tranquilizarme pues notaba que a cada suspiro yo moría... y a su hija que en realidad estaba contenta...

La noche transcurrió tranquila entre juego de cartas, bromas, risas, trampas y buenas noches, a dormir.

Al día siguiente emprendimos el camino... en calidad de 'coche sardina' en el auto del novio de mi hermana Rosy... El trayecto fue callado, rápido y con tripas rugientes... Al llegar a Bernal el auto se quedó a las faldas de la peña mientras nosotros bajamos al pueblo a desayunar unos ricos tamales... ñam!... y después regresamos con la firme intención de escalar la peña y admirar el paisaje desde arriba... ajá!... La verdad es que, como ustedes bien saben, mis queridos 2 que 3 lectores, la naturaleza y yo estamos peleadas a muerte... ella no me gusta, yo no le gusto a ella... así que en complicidad con mi rodilla, mi ánimo hasta el piso y el pretexto perfecto para estar más cerquita de mi Tarzán... no subí y me quedé a compartir horas de nada que hacer con Héctor y Naomi que se quedaron a hacerme compañía... 

Elotes asados con mayonesa y queso, refresco con chile en polvo y limón... papitas de tienda de rancho, besos, abrazos y arrumacos... en lo que los otros bajaban para poder ir a comer las 'típicas' gorditas de maíz quebrado que nos esperaban ansiosamente y a las que teníamos por objetivo desde que se planeó la salida...
ÑAM! y re ÑAM!... (toy babeando...)

Con pulseritas, fotos, asoleada, calor y sueño emprendimos la graciosa huida para poder dejar a Héctor y su hija en central camionera y así dar por finalizado el maravilloso fin de semana que compartimos con la niña...

¡Prueba superada!... nos caímos re bien las dos... nos quedamos con ganas de más tiempo juntos (los tres)... y los planes para conocer al resto de la familia aunque el corazoncillo de porra se me salga del pecho...

Lo que consiguió ese fin de semana juntos fue aumentar mis ganas por estar con mi hombre... desear que las cosas sigan, que vayan mejor... que la suerte nos sonría un día de estos para poder comenzar a realizar los sueños que los 2 tenemos...

Ah!... simplemente esperaré... con los deditos cruzados a punto del acalambre... oh, sí.
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2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Elphaba dijo...

Ush, a mí también se me antojaron las gorditas...pero estoy enferma de la panza y no puedo comer esas cosas :(

WOOOW, que gran paso conocer a la pequeña! me da mucho gusto y los nervios son naturales ¿no?

Un abrazo, socia!