Hace cuatro días que comenzó este 2011 y todavía no lo conozco bien, aún no sé de qué manera tratarlo o qué esperar de él... supongo que es lo que pasa con todo lo nuevo, lo desconocido, lo que llega sin previo aviso y sin preguntar si está, uno, de acuerdo o no... Será cosa de ir 'con pies de plomo' para que no haya de esas sorpresitas desagradables...
Pienso que las primeras horas de este año fueron las que determinaron mis deseos diañonuevo... o sea, como todos tenía ya mis deseos definidos y, de la misma forma, estaba ya consciente de las obligaciones, responsabilidades y compromisos a los que me hacía acreedora nomás de pensarlo... Pero, algo pasó. En algún momento de esa laaaarga mañana de sábado, con la respiración tibia del amor de mi vida al lado, supe que tengo muchas ganas de permanecer así, a su lado, compartiendo calor y otras cosas...
Él no lo sabe pero una de mis manías es mirarlo cuando está dormido, pensar en lo que los 2 queremos y fantasear con el futuro que, si bien es incierto, promete mucha felicidad, sonrisas y satisfacciones...
También he estado pensando en mí, en lo que soy y quiero... quizá me decida a seguir estudiando y crecer de manera profesional... aunque también he pensado que quiero dirigir toda mi energía al negocio familiar... bueno, no toda. Lo que sí quiero se volver a hacer todas esas cosas que me hacían sentir bien y que, por una u otra razón, dejé de lado con el paso del tiempo.
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Personas van y vienen en esta viduchita de porquería pero, no miento cuando les digo, qué chido es saber que muchos/as están ahí, al pendiente de lo que le pase a esta chidilla pecosa...
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Sigo mirando desconfiadamente a este, en pañales, 2011... esperando a que saque lo mejor de mí y de aquellos que me rodean... Chingao, una no puede darse el lujo de caminar con los ojos cerrados... ;)
Sigamos esperando... soñando, planeando y deseando...
Soy la chida de la historia.
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