Ustedes saben muy bien que una de mis especialidades es atascarme con las palabras que alguna vez solté y que ahora me tengo que tragar pues, como ustedes también saben muy bien, es de sabios cambiar de opinión.
Hace tiempo proclamaba mi libertad e independencia, así como la negativa rotunda a formar una familia.. y sí, hoy me retracto de semejantes palabrotas pues, no la razón ni la consciencia, sino mi corazoncillo de porra y la convicción absoluta de estar al lado del hombre que complemente mis días, mis noches y todo el tiempo que nos quede por vivir; me indican que quiero y estoy lista para... ¡qué nervios decirlo!, tener un hij@.
Me niego a aceptar el pretexto con el que me han aconsejado que 'me apure', que el tiempo no pasa en vano, que ¡quién verá por mí cuando esté viejita!... A ratos, no lo niego, odio las sonrisas pícaras y burlonas de la gente que me rodea cuando algún mareo se atraviesa o cuando el hambre me abandona... El típico 'ganas de tejer chambritas' o 'esos mareos tienen ojos y boquita'... chingao, ni que fuera paleta payaso... ¡yo no sé, ni quiero tejer, carajo!...
Mi Tarzán y yo hemos hablado al respecto y queremos, vaya que queremos, hacer extensivo nuestro amor a alguien... que, no les miento, a ratos ya visualizo tan chidit@ como yo... (me sonrojo y sonrío tonta/tiernamente...)... pero queremos esperar, al menos, un año más... quiero saber que estoy en las condiciones físicas adecuadas para que todo salga como debe o, al menos, lo mejor posible.
Debo bajar (más) de peso y estabilizar mis niveles de glucosa y presión que, últimamente, andan dando lata. Quiero estabilizar mis horarios, tiempos y cuanto sea posible... aunque sé que nunca-jamás llegará la perfección que anhelo, quiero estar lo más lista posible en tanto el tiempo y las circunstancias no me jueguen chueco.
El tiempo es relativo y, lo que es 'tarde' para algunos... para mí y mi Tarzán es adecuado. Él tiene ya 3 hijas y a mí me encanta conocer/observar/admirar su faceta como papá pero, cierto es también que, en ese sentido me siento/soy ajena... ellas tienen una mamá y yo ahí tomo mi distancia... no con las niñas, sí con la susodicha. A ellas las quiero... son parte de una de las personas a las que más amo en esta viducha de porquería... y en consecuencia, son parte de mí también... pero quiero, queremos más.
Sueño con la felicidad de los que nos aman y, estoy segura, compartirán ese amor con él... o ella. Quizá me estoy adelantando, quizá mi corazón está latiendo más de prisa de lo que debería... tal vez podría usar más la razón que el corazón... pero la ilusión me anima y eso yo no lo controlo... ¡ya no!.
Sé que hay mucho qué pensar, sé a lo que me voy a enfrentar... o al menos lo imagino a través de todas las advertencias disfrazadas de consejo que me dan hermanas, tías, primas, amigas y agregadas culturales... sin embargo no temo... al contrario, ¡deseo!.
¿Qué dirán Dios, la vida, el tiempo y las recochinas dudas?... eso no lo sé, lo que sí sé es lo que mi cuerpo y mi corazón (al lado del hombre que amo) indican...
¡Híjole!