domingo, julio 08, 2012

Recórcholis.

Siempre soñé con la posibilidad de trabajar mucho, muchísimo... al punto de volverme loca, tanto, que fuera necesario tomarme un descanso, un año sabático con todas las comodidades que el exceso de trabajo previo pudiera facilitarme. Hace 9 meses salí de la empresa en la que laboraba, me cansé de estar ahí, agarré mis chivas, metí los sueños e ilusiones en una mochila y emprendí el sinuoso camino a la vida de micro empresaria... Pasos adelante caí en la desesperación, en la falta de capital, en el exceso de apatía y, bueno... la mochila se quedó abandonada en un rincón porque, obviamente, me estorba ahora para patalear y tratar de no morir ahogada pues, aunque nunca lo contemplé como posibilidad, me ha llegado el agua al cuello.

Ustedes, queridos 2 que 3 lectores, saben que la chida no se rinde; toma descansos, llora poquito mucho, hace berrinches, se agarra a cachetadas con la vida pero jamás se rinde. Sin excepción, la chida sigue adelante aún con ampollas en pies y manos, con las lágrimas embarrando su cara pecosa, con sueños e ilusiones hechos bola... y con fracasos intermitentes que, pase lo que pase, se habrán de convertir en lecciones de vida.

La revista que lancé, junto con mi socia/amiga Karla, sigue en pie... medio tambaleándose, pero en pie... Los proyectos empiezan a asomarse y, al parecer, mis oraciones han sido escuchadas por eldealláarriba. No tengo dinero, nada, soy una muerta de hambre... bueno, no tanto, la economía familiar va sanando, mi Tarzán hace su parte. Lo que quiero decir es que notengo dinero 'mío'... Hace meses que no me paro en una tienda a gastar dinero de manera ridícula como lo hacía antes, mi colección de basuritas y baratijas no ha crecido, por el contrario, ha ido achaparrándose al ritmo de mi pobreza. Mis tenis viejos y rotos hoy son mucho más viejos y más rotos a falta de sustituto... y gracias a que tengo muchos pares ahí guardados que, por no ser viejos y rotos, no me acomodan... Bah.

O sea, no he dejado de trabajar, no podría, moriría si lo pensara siquiera... pero las personas con las que se me ha ocurrido 'hacer negocios' han resultado obstáculos y caídas más que otra cosa... pero, a veces, es necesario tropezar y caer para darse cuenta de quién es quién. 

No sé qué haya pasado, no sé si Dios considera que ya he aprendido la lección... hace un par de semanas apareció, casi salida de la nada, la primer oportunidad para iniciar el ascenso nuevamente y, ustedes lo saben bien, mis queridos 2 que 3 lectores, no es el dinero lo que me mueve, al contrario... es el deseo de sentirme útil, la necesidad de utilizar mis neuronas y creatividad en pro de algo chido sin sentirme utilizada o, peor aún, traicionada...

Conforme han pasado los días, los proyectos han ido creciendo... tanto en cantidad como en calidad... no solo los profesionales, cada uno representa un reto distinto, una motivación para seguir adelante y, junto con mis clientes, socios y familia, la ansiedad por cosechar éxitos y alegrías. Agradezco a las personas que confían en mí, a las que me echan porras y me acompañan a cada paso. Los que me conocen lo saben, quienes han sido mis clientes en algún momento, también... mi trabajo va mucho más allá que cumplimiento de tiempo, efectividad y satisfacción de mi cliente... junto con archivos y gráficos va también mi corazón y un cachito de lo que soy.

A partir de mañana las cosas serán distintas, ya lo son ahora... pero la actitud, sobre todo en el ámbito profesional, habrá de modificarse para darme la oportunidad de volver a ser 'la chida de la historia'.

Hell yeah!

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