... y heme aquí, pensando en ti, en mí y en lo que aún nos depara el destino. Quizá es que he comprobado que mis más grandes miedos están representados por los cambios abruptos pero qué más da... si he de acostumbrarme a ellos por estar a tu lado y por intentar se mejor cada día... ¡lo haré!.
Hace ya varios años que la vida comenzó a ponerme pruebas... que Dios tiene planeado algo para mí por lo que he de luchar, acaso sufrir en el proceso, pero seguro disfrutar llegado el momento. Sé que estamos juntos porque así lo hemos decidio ambos... a pesar de los pesares y de aquellos que no quieren nuestra felicidad... seguimos de pie, amor... y listos para lo que venga, por difícil o doloroso que sea.
Últimamente he pensado en lo que nuestros 'te amo' significan... los que decimos al despertar seguidos por el beso de los buenos días, los que nos decimos en cuanto se cruzan nuestras miradas con una sonrisa cómplice... incluso los que decimos después de algún desacuerdo o discusión intrascendente... y he llegado a la conclusión de que todos son reales, hermosos, fantásticos, ¡nuestros!.
Lo he dicho en otras ocasiones: si alguien me hubiera dicho, hace 6 años, que hoy estaría compartiendo con alguien todo eso... sin dudarlo le habría respondido con una sonora carcajada y alguna mentada de madre... hoy reconozco que las cosas son distintas, que tú estás a mi lado y que pretendo que sea así para siempre...
Me enamoré... y sigo enamorada de esos lindos ojos negros, de las palabras tiernas y consentidoras, de la entrega incondicional y la reciprocidad de emociones que rebotan en todos lados haciéndonos ser mejores cada vez... mejores amigos, confidentes, cómplices, amantes.
No me preguntes por qué... solo sé que mi corazoncillo de porra late por ti y por la ansiedad de volver a sentirte... solo quería avisarte que estoy lista para continuar... aquí, allá... donde sea pero contigo.
¡TE AMO, MI TARZÁN!