Acabo de suscribirme a un blog cuya última actualización fue el 4 de enero de este año, podría ser peor... hay blogs que no se han actualizado en meses o años, y de los cuales sigo siendo asidua lectora, re lectora, debería decir.
Ya nadie escribe en los blogs, pero yo sigo leyéndolos, incluso el mío ha pasado muchas veces por estos ojitos pispiretos que se han de tragar los gusanos algún día. No concibo mi vida sin este espacio, antes rosado, ahora sin personalidad alguna. Si pudiera darle una calificación a mi blog, no por la calidad porque ni la tiene; sino por el grado de importancia que ha tenido en los 'aconteceres' de mi realidad, podría decir que un 10 se queda corto.
Gracias al 'del cómo, cuándo y dónde de mi vida' conocí gente que de a poco se convirtió en imprescindible... en ese momento porque, como todo, también las personas son efímeras, pasajeras... las presencias, pocas se salvan, no alcanzan el nivel de 'para siempre'... igual es complicado saberlo.
No sé cómo (mntira, sí lo sé), tal vez ni lo entedería aunque lo supiera, este blog también fue parte de la más grande sorpresa que me tenía reservada la vida: él. Ustedes lo saben bien, mis pacientes y fieles dos que tres lectores, no era mi intención enamorarme, JAMÁS... sin embargo sucedió y ahora, varios años después compruebo que voy (vamos) por buen camino...
Debo decirlo, soy feliz... lo soy, tanto como puedo aceptar los altibajos que cualquier persona, cualquier relación, cualquier cosa tiene en esta viducha de porquería... pero debo venir a plasmar esa felicidad aquí, justo en este espacio que solo desparecerá el día que blogger así lo decida... debería yo hacer un respaldo de estos casi 7 años de letras... o tal vez no.
Ya nadie escribe en los blogs, lo de ahora son las apps, sobre todo las que son cómodas y solo nos exigen una imagen bonita acompañada de algún comentario casi original, casi gracioso, casi emotivo... escoja usted.
Ya nadie escribe en los blogs, ¿por qué soltar alguna perorata sin sentido si podemos resumirlo en 140 caracteres o menos?... la ley del mínimo esfuerzo... aunque debo decirlo, prefiero (no) leer estupideces en 3 cuartillas que hacerlo en un tuit.
Ya nadie escribe en los blogs... ya pocos los leen... en el mío casi nunca dejan comentarios... y sin embargo, yo sigo repasando mi lista de blogs favoritos con la ilusión de que alguno de sus autores, al igual que yo... no haya perdido todavía la esperanza y me sorprenda con letras nuevas...
Crucemos los dedos.
Soy la chida de la historia.