Hace poco más de una semana fue mi (des) cumpleaños y, como cada trecedeseptiembre, fui sorprendida muy gratamente porque toda la gente que me quiere me obsequió con regalos, mensajes y hermosas palabras que me recordaron lo bendecida y afortunada que soy... ¡Gracias, gracias, Diosito!
Esta entrada es meramente presuntuosa y, claro, se trata de compartir con los dos que tres que aún me leen, lo feliz que fui el día de mi cumple y todos los días porque estoy rodeada de gente increíble.
Gracias mil.
Soy la Chida de la historia.
2 comentarios:
¡AHHHH! una entrada de la comadre Lau la Chida ¡a huevo goei! a ver.
Cortita pero necesaria y qué bonito ver entrada nueva en su bló comagre, carajo hasta huele a carro nuevo y toda la cosa. No pus qué chido que se la pasó a toda madre, ire (así con aféresis pues) yo también cumplí 42 añitos y sigo aquí, yo también me imaginaba en algún basurero de aquí de la suidá de México pero yo porque había sido despedido de un empleo y pus me di por perdido y ya pensaba que no conseguiría dónde caerme morido y pasaría toda mi vida en la indigencia y no, aquí seguimos, qué bueno que hierva mala nunca muere, los conejitos Zavala sin querer encontramos la fórmula para la vida eterna. Y pus bueno no quería colgarme ni escribir bien harto nomás que la pinchi tecladofilia ya ve.
Querido Conejo, cada vez que lo leo me da la impresión de que un café con usted no sería suficiente para compartir chidonejo aventuras, jaja... Usté extiéndase todísimo lo que la rechingada gana le dé, por viejo y olvidado que esté, aquí tiene su bló de confianza 😉
Abrazo!!
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