Es difícil volver después de tan larga ausencia… es como entrar con sigilo, casi en silencio… empujar quedito la puerta, avanzar con paso lento, frotarse las manos con la mirada gacha y decir, con los cachetes sonrojados: he vuelto.
No temo las consecuencias, sé que mis 2 que 3 lectores están ahí… al pendiente de mí y de lo que acontece en mi viduchita de porquería… por mucho, poco, aburrido o interesante que sea… y lo agradezco.
Ustedes saben que la ausencia es casi involuntaria… que la chamba es chamba y que a ratos no puedo ni respirar… incluso, y no es justificación, aún no termino con el cierre de edición… lo más probable es que el próximo viernes esté yo sufriendo en tierras con olor desagradable… léase: defe. Pero no me quejo... Ay bueno, sí me quejo, lo hago todo el tiempo pero, como dirían aquellos que me han soportado de cerca, dejaría de ser yo si no lo hiciera… El punto es que estoy disfrutando de lo que hago porque creo que me sirve para seguir avanzando en este truculento camino de la viducha…
Debo confesar que los planes de cambio siguen… me refiero específicamente al aspecto laboral… quizá deban ser aplazados por cuestiones de ‘estrategia’… pero no puedo olvidarme de mí, de mis sueños, de mis deseos y de mis necesidades…
El destino me tiene en pausa por el momento… podría decir que no pasa nada interesante… pero mentiría porque los sueños no se detienen y, además, lo laboral no es lo único que mantiene a mi cabecita ocupada, aunque a veces parezca lo contrario.
Si pretendiera mantener este post en el mood romanticón y cursi diría que cada día es una nueva oportunidad para aprender, crecer y ser… pero como a ustedes… y mucho menos a mí, nos gusta esa parte de la chida… mejor lo dejamos así y seguimos poniéndonos al día.
Hace una semana fue mi cumpleaños… debo confesar que no fue como a mí me hubiera gustado… al principio… porque después decidí que fue uno de los mejores que he tenido… y de ello fueron responsables mi Tarzán del alma y mi familia… ¡Malditos! Me tendieron una trampa a prueba de estúpidos y yo caí… y sí, me sentí estúpida… estúpida y feliz… RE feliz. Gracias también a mis 2 que 3 lectores de quienes recibí llamada, mensaje y mail… jeje, me consienten mucho y yo los quiero por eso…
Mi cotidianeidad me sorprende también todo el tiempo… la vida compartida ha resultado ser mucho mejor de lo que hubiera imaginado… el amor de mi vida me ayuda a constatarlo con sonrisas, besos, abrazos y otros detalles felices que no voy a contarles por ahora… pero que me ayudan a mantenerme viva, feliz y con miles de cosas por hacer, pensar, planear, vivir… GOZAR.
Chingá… no pude dejar de ser cursilosa y ‘pinky’… pero como yo soy la chida de la historia y este es mi blog… se chinga el que no le guste…
2 comentarios:
En la vida hay etapas para todo, y me da tanto gusto que estés en la mejor de todas.
No te puedo reclamar pues puedo morderme los dedos.
¡Felicidades siempre!
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