Pocas veces escribo desde fuera de mi territorio... Desde hace unas semanas había acordado con mi Tarzán hacer un pequeño viajecito y conocer, por fin, a sus papás y hermanas.
Estamos a punto de cumplir 2 años en esta maravillosa relación y yo no conocía las caras de aquellos a los que ama mi hombre. Las fotografías de pronto no son suficientes y la necesidad de reforzar los lazos con la persona más importante de la viducha de porquería... es simplemente inevitable.
No sabía qué esperar, realmente no esperaba nada, simplemente deseaba vivir la experiencia, compartir sonrisas y, de alguna forma, enterarlos de que, juntos, mi amorcito y yo,estamos mejor que nunca.
Ayer por la tarde llegamos al estado de México, el tiempo nos juega chueco y nosotros, lo único que podemos hacer es adecuarnos a la situación y disfrutarlo como venga... ¡Viene muy chido! Sabíamos de antemano que las horas serían pocas pero, de la misma forma, sabíamos que deseábamos difrutarlo enormemente.
Hace frío y todo parece perfecto para pasar el rato en casa de 'mis suegros' y compartir risas, anécdotas y planes acompañados de una rica taza de ponche caliente. Aún falta mucho por decir, hacer y compartir... las expectativas son altas, supongo que de ambas partes.. yo por ahora me siento tan bien, tan plena, tan FELIZ.
Me relajo, termino esto y pido un poco más de ponchecito...
Soy la chida de la historia.
Estamos a punto de cumplir 2 años en esta maravillosa relación y yo no conocía las caras de aquellos a los que ama mi hombre. Las fotografías de pronto no son suficientes y la necesidad de reforzar los lazos con la persona más importante de la viducha de porquería... es simplemente inevitable.
No sabía qué esperar, realmente no esperaba nada, simplemente deseaba vivir la experiencia, compartir sonrisas y, de alguna forma, enterarlos de que, juntos, mi amorcito y yo,estamos mejor que nunca.
Ayer por la tarde llegamos al estado de México, el tiempo nos juega chueco y nosotros, lo único que podemos hacer es adecuarnos a la situación y disfrutarlo como venga... ¡Viene muy chido! Sabíamos de antemano que las horas serían pocas pero, de la misma forma, sabíamos que deseábamos difrutarlo enormemente.
Hace frío y todo parece perfecto para pasar el rato en casa de 'mis suegros' y compartir risas, anécdotas y planes acompañados de una rica taza de ponche caliente. Aún falta mucho por decir, hacer y compartir... las expectativas son altas, supongo que de ambas partes.. yo por ahora me siento tan bien, tan plena, tan FELIZ.
Me relajo, termino esto y pido un poco más de ponchecito...
Soy la chida de la historia.
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