Como no queriendo la cosa, agosto ya está por finalizar... 31 y yo nomás no me la creo... Agosto y septiembre son siempre difíciles para mí... no en el aspecto personal, sí en el laboral... aunque este año, para variar, me está pesando enfrentar los 29 que, amenazantes, anuncian su triunfal llegada a mi viducha... ¡pos ya qué!
Trato de no sufrir con la idea aunque, debo confesarlo (y ustedes ya lo sabían), no lo consigo... al menos no como yo quisiera.
Hace un mes me cayó el 20 de que ya estoy más pa'llá que pa'cá... la juventud está haciendo mutis de mi vida y, sigilosa, pretende emprender la graciosa huída... Lo peor del caso es que yo no puedo hacer nada para evitarlo... Bah!
Si alguien me hubiera preguntado cómo me visualizaba a los 29 años... obvio lo habría mandado a la chingada porque, a mí, esas preguntas me parecen tan babosas... Sin embargo me doy cuenta que ya no soy una chamaquita, que mis pantalones rotos, mis tenis mugrosos, mis cabellos despeinados y mi actitud desfachatada están a punto de rayar en lo ridículo...
El punto de todo esto es que, a partir del down por la edad, me di a la tarea de tomar cartas al respecto y de ahí surgió un proyecto que denominé: 'Adiós a la fodonguez'.
En qué consiste, se preguntarán, se trata de un cambio (no radical) en cuanto a mi apariencia física... ya saben, hacer de esas cosas que, se supone, hacen las mujeres de mi edad...
Regla No. 1.
La más complicada de cumplir. No ir en tenis o chanclas a la oficina.
Y yo con mis patas de niña de rancho que sufren al estar encerradas... =( Compré unos cuantos pares de zapatos... mas los que ya tenía ahí arrumbados y guardé mis montones de tenis de todos colores, que tanto quiero. Snif.
Regla No. 2.
Peinarse todos los días.
Aún no descubro la manera de arreglar mis cabellos... tan pocos, cortos, lacios y delgados... Por ahora me las arreglo con la secadora y un peine... lo cual es un gran avance porque, antes, los peines y cepillos no formaban parte de mi rutina diaria... Je!
Regla No. 3.
No utilizar playeras di'hombre para ir a la oficina.
Es que no me pueden negar que eso de la 'pandrosez' es rete cómodo... lo cierto es que yo llevaba sumergida 10 años en el mismo look de 'creativita/artistoide'... y pos ya chole, ¿no?
Regla No. 4.
Maquillaje.
No vale utilizar el pretexto de: 'más natural es mejor' para evitar darse un zarpazo de tigre por las mañanas... claro que tampoco vale eso de salir como payasito de crucero... Algo sencillo pero que no parezca que me acabo de levantar... aunque sí.
Regla No. 5.
Usar aretes.
¿Qué es eso de ir por la vida pareciendo chamaco?... ¡y feo! Un bonito par de aretes ayudarán a que me crea eso de la 'feminidad'... ajá. Bueno, tal vez no, pero se ven re bonitos...
Reglas a las que todavía no le entro... quizá algún día, tal vez nunca. ¬¬
- Planchar mi ropa.
- Usar faldas
- Usar pantalones cortos
- Pintar las uñas de mis pies
- etecé, etecé, etecé...
No me mal entiendan, sigo pensando que una persona vale por lo que es, por lo que hace, quizá por lo que sabe... y no por como se vea... pero eso no lo entiende el mundo laboral, los clientes o los colegas... además, confieso, estoy explotando un poco a la 'damita' que llevo dentro porque, aunque no lo crean, mis queridos 2 que 3 lectores... en el fondo lo estoy disfrutando.
Es obvio que eso no cambia lo que soy, lo que siento, mis quereres o mis prioridades... es solo que trato de adaptarme pues, los retos a futuro, están mucho más cerca de lo que parecía... y yo, como siempre, ansiosa por agarrar al toro por los cuernos.
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Mañana comienza, oficialmente, el mes de mi (des)cumpleaños... el mes de más trabajo, el mes patrio y el mes en que la historia de mi familia habrá de enfrentar cambios, fiestas y nuevos retos...
¡Somos los chidos de la historia!
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