Papá...

Nuevamente enfrento una de 'esas' situaciones que no sé cómo tomar... de esas cosas de la vida en las que, cualquier intento de razón, está fuera de mis posibilidades... les cuento:

Ustedes, queridos 2 que 3 lectores, saben muy bien la situación en la que se encuentra la relación con mi papá... últimamente ya no podemos ni vernos, él porque sigue instalado en su berrinche y yo porque ya no soporto sus malas caras, sus indirectas y hasta su indiferencia a ratos... ¡Hey!, ustedes saben cuánto lo quiero, que daría mi vida por él, que sigo rogando 'aldealláarriba' que lo haga entrar en razón... pero mi corazoncillo se apachurra y siente feo, por eso mejor me lo ahorro... A veces aprovecho cuando no está en casa para visitar a mi mamá y mis hermanacas... trato de tener el menor contacto posible porque... pos ya saben por qué.

Lo difícil del asunto viene ahora porque, a partir del sábado, mi papá será un hombre jubilado... mañana trabaja por última vez y, bueno... sus pretextos y mis pretextos serán menos. No sé qué es lo que me preocupa, es decir, no dejaré de visitar la que, alguna vez, también fue mi casa y que, según sé, de forma proporcional y legal, lo volverá a ser... jeje

Mamá, mis hermanacas y yo tenemos planeada una fiesta sorpresa para mañana en la noche, mi mamá decidió que yo me encargara de hacer unos letreros con frases de agradecimiento y felicitaciones, como para adornar y, según lo veo, plasmar en pocas palabras todo lo que admiro, respeto y siento por ese hombre que, sin lugar a dudas y a pesar de todo, sigue siendo mi héroe y ejemplo a seguir...

En algún tiempo mi papá y yo habríamos deseado que llegara el momento de llevar a cabo chorromil planes, tener todo el tiempo a disposición para hacer y deshacer juntos... tal como lo estábamos en ese entonces... Ouch!, se me apachurra el corazoncillo nomás de pensar que tendré que, porque él así lo desea, mantener distancia.

Por el momento no he podido decidir lo que 'dirán' los letreros... pero sé que podré, aunque sea de esa forma, expresar todo lo que sigue en mí, que no he dejado de ser su amiga, su 'vieja', su hija... que, aunque sigo sin entender sus razones, estaré ahí siempre... que mi vida sin él está incompleta y que me da muchísimo gusto que, por fin, tantos y tantos años de trabajo se coronen con 'tiempo' libre como premio para compartir con mi mamá y la familia... no importan que yo no esté entre los afortunados...

Siempre me gustó pasar tiempo con mi papá... ser, de alguna manera, el sustituto de sus 2 hijos (hombres) con intereses distintos. Compartir charlas, proyectos e inquietudes; ser su mejor amiga y cómplice de travesuras, copas y decisiones importantes... Hoy, como siempre, sólo deseo lo mejor para él... esperando/deseando/rogando porque todavía hayan muchas cosas por compartir...

Soy chida porque él me enseñó la forma... no sé si lo sepa pero le agradezco todos los consejos, los besos, los abrazos, los sacrificios, las sonrisas... y las lágrimas... Te amo, pá.

Soy la chida de la historia.