Me falta la respiración, los latidos de mi corazón se aceleran de forma sorprendente cada que le doy vuelta a ese pensamiento... no quiero fallar, no quiero sentir dolor, no quiero ser algo que reconozcan los que me quieren...
Estoy feliz por mi hermana... y los buenos deseos para ella y su esposo desbordan mi corazoncillo de porra... las palabras del juez en la ceremonia parecían ser pedradas que golpearon fuerte mi conciencia... pero hoy no se trata de mí, mañana Dios dirá...
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