lunes, diciembre 30, 2013

Ay, los animalitos.


Ustedes lo saben bien, mis queridos 2 que 3 lectores... no soy fan de los animales, casi de ningún tipo... acaso los perros me gustan, y eso, no cualquiera. En mi familia siempre ha habido mascotas, de todo tipo... desde palomas habaneras, periquitos australianos, pericos verdes que hablan chillona y mamonamente, canarios, zenzontles, carpinteros, pollos, conejos, gallinas, hámsters hasta un pato... en fin, de todo un poco... ¡gatos jamás!... perros, por supuesto... hace unos meses aún tenían 5 en casa de mis papás... pero 2 de ellas fallecieron porque ya estaban viejitas. Punky (por la niña de las coletitas, Punky Brewster) y Coffee (por su color)... la primera ya tenía más de 16 años y la otra unos 15... en fin, a Punky yo la quería... pero siempre he tenido consciencia de que se trata de perros, animales... seres vivos, sí... pero todos ubicados en su lugar dentro de la denominada cadena alimenticia.

No es mi intención justificar la forma en la que pienso ni subestimar las habilidades de los animalejos roñosos y torpes (ja, como en el rey león)... es broma, goeis... no se me vayan a intensear. 

He llegado a querer a un perrito... no a amarlo, no sé si me explico, me gusta establecer las distancias correspondientes. El punto es que me gustaría tener una mascota... eso es, una mascota... no un amiguito de 4 patas y mucho menos un hijito peludo, esas son mamadas... quiero un perrito pequeño, porque mi casa lo es, y estoy consciente de las necesidades que también ellos tienen (los animalejos roñosos y torpes.. ay ya, mojigatos ¬¬)... Sé también que no se trata de 'cosas' desechables, si llegamos a conseguir una mascota deberé ser paciente y comprometida para cuidarlo y darle las atenciones correspondientes... bueno, no soy una amante de los animales pero tampoco soy un monstruo, carajo.

Lo he dicho antes, odio y me asqueo con las personas que cargan a sus animalillos para todos lados, aquellos que los ponen en un lugar emocional y social por encima de otras personas, incluso de su familia... Me cagan aquellos que utilizan a los aminales como refugio psicológico y los maltratan (porque para mi eso es maltrato) vistiéndolos, pintándolos, poniéndoles moñitos y cuanta estupidez se les ocurre... en fin.

Cuando suceda (si es que no me arrepiento antes) vendré aquí a contarles... mi Tarzán ya está de acuerdo y solo esperaremos al indicado, ja!

Soy la chida de la historia.

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