Ya sé que esto de perder (o alejar) personas no tendría que ser el tema de esta entrada, ni siquiera tendría que aparecer algo al respecto en este blog porque, bueno, pues porque tengo muchas cosas y personas más importantes en las qué pensar, así que eso es justo lo que voy a hacer.
Estoy dentro de un proceso un tanto complicado, pero también tardío… es decir, se trata de algo que debí hacer desde hace mucho tiempo y que, además, me resulta por demás complicado… trataré de explicarme.
Hace ya más de 5 años que salí de casa de mis papás, casi 4 que vivo con Héctor, mi Tarzán del alma… y es fecha en la que no he podido, todavía, cortar el cordón umbilical… más que de mis papás, de mis hermanas. No es algo que desee hacer, al contrario, valoro mucho la relación tan estrecha que tengo con ellas y el apoyo que me brindan en todo momento, así como lo que yo (poco o mucho) pueda hacer por ellas también… pero quiero dejar de sentirme triste cuando no las veo en una semana, dejar de sufrir cuando la distancia física media entre nosotras… quisiera aprender a disfrutar mucho más lo que tengo, que para nada es poco, y luchar más por lo que quiero.
Ya sé, de nuevo esto se convirtió en buzón de quejas, pero ya saben ustedes, mis queridos 2 que 3 lectores, que este espacio es así… no se vayan a quejar también ustedes, con una quejica tenemos más que suficiente.
No les había contado, tengo nuevo trabajo… sí, uno que me permite volver a escribir en este espacio que tenía tan abandonado, al parecer necesito estar presionada para venir aquí a escupir dos que tres letras… bueno, al menos no necesito romperme una piern… digo nada. Saludos a mi galleta favorita.
Y estoy bien, o sea, tranquila… pero como siempre, con muchos proyectos que requieren atención y tiempo… así que nuevamente hay que establecer prioridades y una de ellas es el trabajo, razón por la cual debo mantener distancia de mis hermanacas… pero es así: DEBO hacerlo porque vivimos re lejos unas de las otras y el lugar de reunión (la casa de mis papás) me queda mucho más lejos a mí. En fin.
Por eso es que les digo que debo aprender a vivir así, saber que cuando se puede, se puede… y cuando no, pos no. Jeje.
El fin de semana vienen ellas a visitarme, haremos un tipo de pijamada y creo que trataremos de utilizar el tiempo y el espacio para que, aunque no de manera literal, decirnos lo mucho que nos queremos, cuánta falta nos hacemos y saber que siempre, pase lo que pase, estaremos las unas para las otras. Hell yeah.
Por otra parte, las cosas con mi Tarzán van bien… incluso mucho mejor de lo que mis eternos berrinches y sus viajes mentales nos lo permiten… estamos juntos y seguimos siendo un par de soñadores que pretenden llegar, como ya lo hemos hecho en alguna ocasión, a hacer esos sueños realidad. Somos un par de guerreros, eso queda claro… y ninguno de los dos está dispuesto a dejar de lado lo que queremos, un futuro compartido.
Si ustedes todavía no conocen el trabajo que podemos llegar a hacer juntos (mi Tarzán y yo) los invito a que visiten en facebook: FACTOR VËTEM… ese es, por ahora, nuestro proyecto alterno… Se aceptan comentarios y solicitudes, jeje.
Y ya, que me quedo sin tiempo y sin palabras… ya saben ustedes que esto de escribir desde la oficina es harto peligroso, debería ser considerado deporte extremo… luego vengo a chismearles más.
Soy la Chida de la historia.
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