martes, enero 20, 2015

Una más...

La semana pasada me caí en las escaleras de la oficina… a veces subo corriendo porque ese es todo el ejercicio que pretendo hacer durante el día, así que hay que hacerlo bien… y entonces, mis regordetos pies no se levantaron lo suficiente, la punta de mi zapato chocó contra la orilla del escalón y estuve a punto de estrellarme contra los escalones que aún me quedaban por subir… me raspé la espinilla, se me descarapeló el barniz de una uña y me quedaron marcas en las palmas de las manos. 
En ese momento no me preocupe, realmente mi energía se concentró en levantarme rápidamente, sonreír y decir "estoy bien"… mi jefe sonrío (supongo que se aguantó la carcajada) y solo atinó a decir graciosamente "a veces los escalones se hacen más grandes"… ¬¬

No miento si digo que luché contra mis ganas de llorar, me sobé la espinilla y continué trabajando. Las marcas de las manos desaparecieron un rato después, la espinilla punzaba a ratos y la uña sigue descarapelada. Después analicé la caída y me pregunté cómo le hice para tener marcas en las manos y, al mismo tiempo, golpearme la uña… seguro caí haciendo señas de 'mara'… 

Al día siguiente noté un dolorcillo en el dedo medio… lo peor del caso es que se trataba de un dolor conocido… No sé si les he contado de mi colección de férulas, consecuencia de mi colección de accidentes… bueno, pues mi dedo medio está torcido, chueco y adolorido… lo bueno es que la férula ya existía entre mis pertenencias, solo tuve que 'tunearla' y como nueva… Hoy tengo dedo de robocop. :D



Soy la chida de la historia.

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