martes, septiembre 08, 2015

A Tadeo:

Confieso que te sueño y anhelo tu presencia muchas más veces de las que me atrevo a aceptar la posibilidad de que no llegues a mis brazos nunca. Deseo sentir tu calor, palpar la suavidad de tu piel y observarte hasta cansame... aunque seguramente no me cansaría jamás.

Imagino tu rostro de tantas formas... a veces juego al rompecabezas: ojos negros y piel canela, piel blanca y pequitas adornando una carita dulce y traviesa al mismo tiempo.

Sólo Dios sabe si vendrás a complementar mi (nuestras) vida en algún momento--- sólo Él decidirá si soy merecedora de tal bendición... sólo Él conoce todo el amor que hay acumulado en mi corazón por si decide enviarte a mi lado...

Mientras tanto, seguiré soñándote.




Soy la Chida de la historia...

1 comentario:

Judith dijo...

Primero Dios pronto llegará Tadeo a sus vidas.