Desde que era niña (y supongo que como todos a esa edad), soñaba con la noche de reyes... La ilusión con la que escribía la cartita y la emoción antes de dormir, preocupada por si alcanzaría algún juguete pues, sabiamente, mis papás me habían contado que sería una noche de trabajo arduo para los tres reyes de oriente que, aunque magos, debían recorrer el mundo entero para tratar de obsequiar a cada niño del planeta con algún dulce, galleta o regalo, de acuerdo a las posibilidades... Cada año recibí, si no exactamente lo que pedía, sí un regalo especialmente pensado para mí, y yo lo agradecía con el corazón.
Después pasaron los años y la ilusión sigue siendo la misma, sólo que ahora me hablo de tú con los reyes magos y hasta me he vuelto su ayudante, así que el día (noche) ha llegado los juguetes y demás regalitos están por aparecer para iluminar ojitos llenos de amor y emoción, mismos ojitos que se negaban a cerrarse temprano pero sabiendo que la espera habrá terminado en unas cuantas horas.
Feliz noche de reyes, mis queridos dos que tres lectores.
Soy la Chida de la historia.
2 comentarios:
Felices Reyes vagos doña cheeeda.
Igualmente, don Conejo 🐰!!!
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