viernes, enero 19, 2024

Ojitos míos.

Esta vez la consulta no es para mí, hoy solo funjo como intento de acompañante... Mi mamá ha pasado por 2 cirugías recientemente, una en diciembre y otra hace una semana y, a pesar de todo lo complicado e incómodo que podría parecer, me atrevo a decir que todo ha valido la pena.

Mi mamá tiene 71 años, es diabética e hipertensa y, por si fuera poco, en agosto del año pasado sufrió una caída con fractura de cadera y, para que su cuerpo resistiera la cirugía en la que la transformarían en Robocop, tuvieron que operarla para colocarle un catéter para diálisis peritoneal. 2 veces estuvo a punto de ir a saludar a San Pedro, pero todavía no era el momento y hoy, gracias a Dios, estamos las dos aquí, luchando como las necias que somos, pintándole dedo a las calamidades de la vida, y viendo pasar las horas en la clínica de oftalmología porque van a revisar que el resultado de la cirugía vaya como debe de: chingón. 
Mi mamá sí que es la Chida de la historia. 

Lau. 

1 comentario:

Coŋejo pestilente dijo...

La chida y la OG, indestructibles. O la chida y la chidísima haha.