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Todavía siento muchísmo dolor por la pérdida de mi amigo... más por la forma en que sucedió. Qué mas quisiera que haber podido despedirme de él, compartir un poco más de tiempo sin que mis ocupaciones y pretextos hubieran interferido....

Quiero dejarlo partir pero mi corazón y mi psique dañada no me lo han permitido. Quiero dejar de sentir miedo y que la ansiedad no haga presa de mí en cuanto me quedo a solas... Poder dormir y apagar la luz sin tener que aferrarme a su fotografía... Insisto en que él no habría querido verme llorar pero, lo lamento, no puedo evitarlo y si no estoy trabajando o con alguien cerca, a mi mentecilla vuelve su recuerdo y las lágrimas salen solitas...

Lo extraño... tal vez sea así durante mucho tiempo, aún así, Dios y la vida me han permitido recordar que aquí sigo, que no me quedo sola... Él tiene y tendrá un lugar en mi corazón para siempre. Me seco las lágrimas y continúo... También tengo acá amigos que me apoyan, me quieren y están haciendo lo posible por no dejarme caer.

A todos ellos mil gracias!