lunes, febrero 18, 2008

Tu recuerdo...

Los últimos días me he estando acordando de esa personita que fue tan especial en mi vida. Aunque me la paso diciendo que no creo en el amor para siempre, en el amor de toda la vida, en el amor a primera vista, blah, blah, blah... Siempre he dicho que sí creo en el amor.... y ésta es una muestra de ello. Creo también en el amor latente, ese que permanece ahí, intacto... inamovible, que regresa cuando se le da la gana y de la misma manera se va.

Hace ya 4 años de esto. Me encontraba en una etapa de cambio, acababa de tomar una de las decisiones más fuertes, difíciles y terriblemente dolorosa de mi vida. Durante el proceso apareció en mi día a día como una de las casualidades más afortunadas... De pronto, sin previo aviso, ya estaba ahí... aunque después me enteré que llevaba más tiempo del que yo pensaba.

Las clases en la facultad de bellas artes eran buenas, los profesores eran artistas consolidados unos y comunicadores experimentados otros... aunque de la mayoría de ellos, preferiría ni hablar...

En sexto semestre de la carrera, mis necesidades académicas iban a la par de mis exigencias para con la institución. Yo era jefe de grupo y nunca dejaba pasar cualquier detalle, siempre levantaba la voz, enfrentándome a quien tuviera que hacerlo (ah, este afán rebelde, carajo!), es justamente donde, en una materia, nos es asignado un profesorsucho de escasos 26 años, recién egresado apenas de la misma institución en la que ahora pretendía dar clases...

Por supuesto que me quejé, no iba a permitir que un improvisado se parara frente al grupo con más aires de grandeza que capacidad para impartir una cátedra... ésta vez mis peticiones fueron ignoradas, las posibilidades se habían reducido a que era un apalancado o que de plano fuera muy bueno
en lo que hacía... opté por la primera.

Desde el principio le hice notar que se necesitaban más que buenas intenciones y relaciones para poder ser profesor de una institucipon de este nivel (ja ja ja, en realidad siempre me quejé del bajo nivel académico con que contaba mi escuelilla, pero como argumento me servía en ese entonces...). Me dediqué pues, a hacerle la vida miserable. Mi comportamiento para con él dejó siempre mucho que desear, tanto que un día le dije que sus clases eran tan malas que me veía en la necesidad de buscar un taller extra para reforzar lo poco que él estaba enseñando en el aula, y así lo hice, busqué un taller de su materia que me llevaría solo un par de semanas

El primer día de mi taller llegué al salón y ¡¡¡sorpresa!!!, el profesor era el mismo del que venía huyendo y al que le iba a restregar en la cara lo aprendido en tan solo 15 días. Creo que se dio cuenta de mi reacción y desde entonces no paró de verme con una expresión de burla que, mi ego y yo, no podíamos soportar.... Terminé el taller y para entonces, con las clases en la escuela, las clases en el taller y las eternas pláticas-reclamo, nos hicimos buenos amigos... después confidentes.... y después me enamoré (YO).

Mis días era tan bellos como dolorosos... lo veía, estaba con él y era feliz, después las horas lejos se me hacían eternas y mi mentecilla retorcida solo tenía un objetivo... ÉL.
Era capaz de estar todo el día en la escuela con tal de estar juntos... A su lado, mis secretos más ocultos salieron a la luz, me inspiraba tanta confianza, me daba muchísima seguridad... de hecho me ayudó cañón con unas mega broncas existenciales que yo traía cargando
de tiempo atrás.

Creo que yo también llegué a ser importante para el.... tal vez no de la misma manera pero se que nos ayudamos mutuamente. Juntos éramos capaces de solucionar lo que fuera. Entre mi irreverencia, atrevimiento y mi alta capacidad para meterme en problemas... hacíamos un equilibrio perfecto pues él era centrado, maduro, frío....

Mis constantes encontronazos con la vida, los topes contra la pared y mis continuas caidas eran siempre consoladas por él (hasta la fecha).... Una mirada, una palabra... a veces hasta un regaño eran suficientes para saber que le importaba, que tenía alguien cerca como para poder continuar hacia adelante siempre....

Lo amé... lo amé como no tienes idea... lo amé al grado de ser, hasta el momento, el único hombre con el que aceptaría compartir mi vida (aunque él obvio no)...

Hoy las cosas entre los dos van bien... somos de esos amigos incondicionales que pueden buscar consuelo el uno con el otro sin importar el lugar o la hora. Durante todo este tiempo ambos hemos pasado por experiencias buenas y/o dolorosas y nunca hemos dejado de ser el paño de lágrimas del otro.... No voy a negar que también hemos tenido fuertes y repetidas discusiones, peleas y desacuerdos... pero hasta ahora hemos sabido encontrar la solución a todos ellos.

Repito, el amor no es para siempre... de hecho no sé si lo que siento por él es amor... o la mera seguridad de saber que está ahi para mí. Lo que sí puedo decir es que ha sido uno de los amores más chingones que he sentido en mis 25 años de existencia.

El hecho de recordar lo que se siente estar enamorada me hace desear estarlo otra vez... pero sabemos que esas cosas no se planean, se dan... y por ahora no se ha dado..... Pero no hay pedo, seguiré esperando... de todos, modos no tengo otra cosa que hacer...

1 comentario:

(¬¬) dijo...

En la madre!! estamos igual!

Esto del amor ps esta de la chingada: unas veces bien feliz!! Otras bien mal!! Y otras más peor que desauciado mental!!

Pero lo chido es que estas esperando!! Y bien lo dices, no tienes otra cosa al momento...

Creelo, ya vendra lo bueno!!
¬¬ ilus@