Dicen que he cambiado...

Simplemente, yo.

Este fin de semana tuve la oportunidad de convivir con ciertos arrabaleros a los que quiero mucho... viernes, sábado y domingo fueron insuficientes... Lo que llamó muchísimo mi atención es que, entre ellos y otras personitas realmente importantes en mi vida, me han hecho la observación de que, de un tiempo para acá, no soy la misma... Ya sabemos a lo que se refieren.

No voy a negar que hasta yo misma me siento distinta pero pensaba que era algo interno, algo mío. Ahora resulta que la gente a mi alrededor lo nota. El sábado, mientras fumaba un cigarrillo encerrada en mis pensamientos me dí cuenta que ya pasaron más de dos semanas... las cuales, para mí han sido como un sueño.... un muy mal sueño por cierto..... En efecto, estos días no han existido realmente, se me han ido como entre neblina y tal vez la que ha estado demasiado ausente para los demás (familia, amigos y blah) he sido yo.

Lo que pasa es que al salir de mi casa me instalo en mi papel de nopasanada pero al regresar o al estar sola, la nefastés y la tristeza me embargan de nuevo.... Yo que había aprendido a vivir sin caretas... hoy me veo forzada a convencer a los que me quieren...

necesito que sepan que estoy bien, que ya me siento mucho mejor, que estoy tranquila pero me doy cuenta que no es verdad, la culpa no se ha ido y yo estoy estancada en esta situación.

He tratado de no encerrarme, es decir, los fines de semana no me quedo en casa... trato de estar donde lo haría si no hubiera pasado nada pero (también el sábado) noté que la mayor parte del tiempo la paso divagando entre recuerdos de mi cabecita loca. Trato también de aferrarme a aquello que me da fuerza, en este caso espiritual pero tampoco a funcionado mucho. No he cambiado ninguna de mis actividades en factor de esto, mi trabajo, mis compromisos, mi rutina en sí, sigue siendo la misma que siempre... incluso intento esforzarme más.

No sé si lo notaron pero hasta traté de hacer algunos post´s en los que ya no hablara de lo mismo, lo mismo... de echarme porras yo solita tratando de convencerme de que las cosas pasan por algo... pero la realidad es que el dolor sigue ahí y ya no sé cómo manejarlo a pesar de haber prometido volver a ser la misma.

¿Alguien que me dé un abrazo, por favor?...