Hacía calor... ni el run run del ventilador disminuía las gotas de sudor que escurrían por nuestros cuerpos. Me sorprendió que después de la negativa a estar conmigo el miércoles, al día siguiente quien me buscara fueras tú. Desafortunadamente yo estaba ocupada (y lejos), por eso no pude satisfacer tus ganas de verme... Pero ayer sí había tiempo... y ganas.
Por la mañana fuimos al gimnasio, yo estaba tan cansada que no tenía ánimo de nada... pero a veces me cuesta trabajo decirte que no. Tú traías harrrta pila, no dejabas de observarme con esos ojitos miel que me hacen estremecer al entrecerrarse cuando me sonríes...
Me mirabas y sonreías!
Por la tarde no creí que quisieras verme, menos porque me habías dicho que querías estar solo... pero propusiste tarde de pelis... Nuevamente, no pude decirte que no, yo también quería pasar tiempo contigo... A las cino, quedamos.
Mi hermana me hacía un peinado de niña tonta... y aunque yo le pedí que lo hiciera, en cuanto llegaste lo deshice (noté cómo me miraste y te sorprendió verme así... pero también noté que te agradó más cuando me solté el cabello y lo alboroté desenfadadamente...). Espérame, te dije... ahora yo peinaba a mi hermana... Me gustó que estuviste en la salita con nosotras, sé que no te gusta .. aunque ayer pareció no importarte.
Sabes que mi familia es demasiado traidicionalista... hombres en las habitaciones: prohibido. Pero para mí... a mis 25 años... las prohibiciones de mi papá (y su mentecita prejuiciosa), me valen un cacahuate!! Subimos a mi habitación... (desde que llegaste me preguntaba qué traías en esa mochila)... Sacaste una botella de vino y me hiciste desear sentir algo más por ti. Volteaste a verme con la picardía de alguien que sabe que lo que está haciendo puede traer consecuencias, pero de nuevo parecía no importarte... y a mí tampoco.
Pinche película rara.... me gustó un chigo... aunque odio la sangre y soy asquerosa a más no poder... No me terminé la comida... para variar tuviste que comértela tú... no me tomé la última copa de vino que me serviste, también te sacrificaste... je je je
Deseaba que ese momento se hiciera eterno.. tú y yo tirados en mi cama... con las manos entrelazadas y nuestras miradas en complicidad con lo que queremos y no podemos ser... Jugueteo (no tan) inocente... videos en la compu... caricias amistosas, miradas encantadoras y deseos reprimidos...
Se escuchaban algunos 'cuetes' cerca y me comentaste que era la fiesta de no sé que Parroquia... -hay juegos mecánicos, puestos de comida.. como feria de pueblo...- dijiste.
Esa mirada, maldita sea... no pude decir que no (again).
Paseabamos entre un amontonadero de carruseles, trenecitos, dragones y algodón de azúcar... Me abrazaste y ... arrgghhhh. ¿Cómo decirte que te quiero, que me gusta que hagas eso que siempre haces... que tus abrazos para mí son lo máximo... y que eres suficiente en mi vida para ser feliz?... ¿Cómo?, sin que se acabe nuestra amistad... sin que las cosas cambien... sin que dejes de quererme...
Por la mañana fuimos al gimnasio, yo estaba tan cansada que no tenía ánimo de nada... pero a veces me cuesta trabajo decirte que no. Tú traías harrrta pila, no dejabas de observarme con esos ojitos miel que me hacen estremecer al entrecerrarse cuando me sonríes...
Me mirabas y sonreías!
No puedo negar que me gustas... que te quiero y que me cuesta mucho visualizar mi vida sin ti...
Por la tarde no creí que quisieras verme, menos porque me habías dicho que querías estar solo... pero propusiste tarde de pelis... Nuevamente, no pude decirte que no, yo también quería pasar tiempo contigo... A las cino, quedamos.
Mi hermana me hacía un peinado de niña tonta... y aunque yo le pedí que lo hiciera, en cuanto llegaste lo deshice (noté cómo me miraste y te sorprendió verme así... pero también noté que te agradó más cuando me solté el cabello y lo alboroté desenfadadamente...). Espérame, te dije... ahora yo peinaba a mi hermana... Me gustó que estuviste en la salita con nosotras, sé que no te gusta .. aunque ayer pareció no importarte.
Sabes que mi familia es demasiado traidicionalista... hombres en las habitaciones: prohibido. Pero para mí... a mis 25 años... las prohibiciones de mi papá (y su mentecita prejuiciosa), me valen un cacahuate!! Subimos a mi habitación... (desde que llegaste me preguntaba qué traías en esa mochila)... Sacaste una botella de vino y me hiciste desear sentir algo más por ti. Volteaste a verme con la picardía de alguien que sabe que lo que está haciendo puede traer consecuencias, pero de nuevo parecía no importarte... y a mí tampoco.
Pinche película rara.... me gustó un chigo... aunque odio la sangre y soy asquerosa a más no poder... No me terminé la comida... para variar tuviste que comértela tú... no me tomé la última copa de vino que me serviste, también te sacrificaste... je je je
Deseaba que ese momento se hiciera eterno.. tú y yo tirados en mi cama... con las manos entrelazadas y nuestras miradas en complicidad con lo que queremos y no podemos ser... Jugueteo (no tan) inocente... videos en la compu... caricias amistosas, miradas encantadoras y deseos reprimidos...
Se escuchaban algunos 'cuetes' cerca y me comentaste que era la fiesta de no sé que Parroquia... -hay juegos mecánicos, puestos de comida.. como feria de pueblo...- dijiste.
Esa mirada, maldita sea... no pude decir que no (again).
Paseabamos entre un amontonadero de carruseles, trenecitos, dragones y algodón de azúcar... Me abrazaste y ... arrgghhhh. ¿Cómo decirte que te quiero, que me gusta que hagas eso que siempre haces... que tus abrazos para mí son lo máximo... y que eres suficiente en mi vida para ser feliz?... ¿Cómo?, sin que se acabe nuestra amistad... sin que las cosas cambien... sin que dejes de quererme...
¿Que si yo te quiero?....
Claro que te quiero... pero me da miedo que lo sepas y lo malinterpretes...
Sólo sé que no quiero perderte...
Claro que te quiero... pero me da miedo que lo sepas y lo malinterpretes...
Sólo sé que no quiero perderte...
No hay comentarios:
Publicar un comentario