miércoles, septiembre 17, 2008

Es que soñé...

Estaba esperándote, pero la espera se hacía un poco lenta, fumé un cigarrillo, dos... la ilusión de volver a verte se tornaba un tanto increíble... en eso: toc, toc... apareciste con esa sonrisa que me derrite, me besaste y me diste un abrazo de esos que siempre estoy necesitando.

Las horas pasaban lentamente por el disfrute del momento... cosas nuevas, chidas, de calidad imborrable en mi memoria de pacotilla... Tu presencia se me antojaba mágica. Por una parte saberte conmigo, pero al mismo tiempo estar conciente de que TODO era esporádico... finito... felicidad anhelada pero conciente de la irrealidad por voluntad propia...

Las circunstancias alternas y paralelas no nos importan... ahí estamos los dos... fundidos en un abrazo endulzado con jadeos y sudor mezclados con pasión, sonrisas y disfrute mutuo...

Tu mirada me traspasa y me hace creer a ratos que puedes adivinar lo que pienso... tu ánimo y facilidad para llevarme de la mano a visitar las estrellas... el cosmos completo a nuestra disposición...

Tu sonrisa me cautiva, nuestros labios entendiéndose a la perfección... tus manos que se deslizan a placer por todo mi cuerpo... rincones desconocidamente accesibles... sensaciones jamás vividas... acuerdos firmados con caricias... gozo total...

¿No eres de las que gritan, eh?

Plop!!

Realidad al atardecer...


Fue un sueño, me dije. Chingá, todo fuera como volver a cerrar los ojos para poder mirarte de nuevo... sentirte, gozarte, besarte, enloquecer, ser tuya...


.
(27)
.
.
.
.



No hay comentarios: