jueves, enero 07, 2010

Mi amigo el babotas...

Ayer fue un día extraño... a pesar de todo creo que salió bien y finalmente pude dormir un par de horas... 

Como les conté, mis queridos 2 que 3 lectores, la situación de mi amorcito fue un poco triste con respecto a su cumpleaños y los sucesos que desafortunadamente empañaron lo que debió ser un día feliz para él y sus hijas... anyway, hay cosas sobre las que no podemos hacer absolutamente nada a pesar de desearlo con todas las ganas que nos es posible... 

Yo me sentía particularmente inútil... no pude hacer nada para disminuir un poco la apachurradez de mi Tarzán amado... hice lo que últimamente me ha dado por utilizar como método recurrente de desahogo... lloré.  El llanto era un poco de frustración y otro tanto de dolor compartido... al final supe que ese tipo de cosas se superan en soledad... y con un poco de tiempo.

*   *   *

Ayer vi a mi amigo Chava... tenía tanto de no saber nada de él, digo... es que me había buscado para vernos y así pero yo andaba ocupadona... ayer finalmente pudimos darnos el abrazo navideño atrasado, la felicitación por el año nuevo y contarnos lo que pasa en nuestras respectivas viduchitas de porquería... Tantos recuerdos, cosas bonitas, lágrimas y risa mezcladas sutil y un tanto asquerosamente... Han pasado los años... cuántos desde aquel viaje a Puebla con consecuencias desastrozas... cuántos desde que entre Ceci y yo lo tiramos y revolcamos en el lodo... cuántos desde que desde que le arruiné la vida 'sin querer, queriendo'... y la amistad se mantiene ahí... latente... afectuosa... inquebrantable...

Algunas cervezas y muchos cigarrillos sirvieron para recordar tantas y tantas cosas... la fiesta de disfraces (yo iba de geisha), las fiestas de titulación, los canapés robados, las invitaciones rechazadas, los amores frustrados y los corazones remendados... Sin poder evitarlo también vino a nuestros recuerdos 'la vez del bar EL LUCHADOR'... ya sé, ya sé... querrán ustedes enterarse de qué fue lo que pasó en esa cantinucha de mala muerte...

  • Estábamos estudiando un diplomado en la facultad de la que ambos somos egresados... En ese tiempo él laboraba como empleado de la misma y eso le facilitó el acceso al curso en el que también participaban Hugo y Carlos... Las clases eran los fines de semana pues los que integrábamos el grupo éramos profesionistas activos... los sábados por la tarde y los domingos por la mañana, ese horario se prestaba perfecto para parrandear a la salida los sábados y en consecuencia, llegar crudos y desvelados los domingos. Uno de esos sábados se organizaron algunos compañeros para ir a una cantinita cerca del centro universitario... la verdad es que yo no tenía planeado asistir al desmadre pero Chava insistió... -ándale, ve por favor-... Tanta fue la insistencia que no pude negarme... le dije que iba a arreglar unas cosas con Hugo y que después los alcanzaríamos... Fuimos a recoger a la (estúpida, cara de perro) novia de mi amigo, arreglamos algunos detalles de la oficina  y entonces nos dirigimos al lugar de la reunión... Quedé sorprendida con la amabilidad de Chava... o sea, siempre hemos sido amigos y nos queremos y blah... pero de eso a que me trate bien, algo se traía entre manos. Me había apartado una silla junto a él, me encendió un cigarrillo y comenzamos a charlar de esto, de aquello y de lo otro... de pronto ya cada quien había agarrado su patín y el desmadre se había distribuido por grupitos... unos cantaban, otros contaban chistes... algunos más arrumaqueaban con su respectiva pareja... Chava y yo hablábamos de la inmortalidad del cangrejo hasta que se le safó un tornillo y como si fuera yo su escuincla comenzó a gritarme y a reclamarme acerca de algo que yo había hecho y que le había traído problemas hacía DOS AÑOS... no mamar!!!  Yo no sabía qué hacer o qué decir... la verdad es que sí la había yo cagado, todo por lo que me estaba reclamando era cierto.. pero había sucedido hacía ya mucho tiempo... y él estaba enojadísimo, manoteaba, alzaba la voz y a duras penas me permitía pronunciar apenas un par de palabras que, estúpidamente, pretendía yo argumentar en mi defensa... Cuando las cosas amenazaban con ponerse peor, el grupito decidió que era hora de emprender la graciosa huida, yo me le pegué a Hugo para que me regresara a mi casa y así evitar continuar la discusión con el imbécil de Chava... Cómo no me di cuenta de las intenciones del otro pendejo de irse a revolcar con la 'cara de perro'... hasta que le dijo casi en secreto a Chava que si me podía llevar a mi casa porque él iba a 'otros' asuntos... No mamar!!!! Pude imaginar a Chava frotándose las manos, salivando por tenerme a su disposición y seguir cajeteándome como si de una niña pequeña se tratara... ARGH! Inteligentemente me adelanté y comencé a despedirme con el propósito de tomar un taxi y, literalmente, huir de la furia del babas de Chava. Estaba yo levantando el brazo cuando sentí que alguien me apretó y al intentar voltear estaba la jeta de ese güey pegada a mi oído... - ¿a dónde crees que vas?-, me preguntó y me condujo hacia su automóvil que estaba estacionado unos metros atrás... No tuve opción más que subirme y esperar a que el corazón se le ablandara un poco y por fin me perdonara el detalle infeliz que, repito, había sido dos... DOS malditos años antes... fokiu, Chava!

Ayer moríamos de la risa al respecto, le dije que me cagó que estuviera reclamándome durante horas y horas... Él argumentaba que le había arruinado la vida, que no debí y la chingada... de pronto estaba nuevamente regañándome hasta que no pude más... me puse de pie y le dije: a ver, cabrón... esa vez fueron 2 años... ahora ya son poco más de SEIS.... supéralo, chingadamadre... ¬¬

¡Salud, güey... te quiero un chingo, amiga!

*   *   *

Me desahogué con él... lloriqueé y quedamos de, lo más pronto posible, le presente al Tarzán de mis amores... Se alegró de todo lo que está pasando con mi viduchita de porquería... me felicitó por la forma (quesque) madura en que estoy tomando las cosas y quedamos de no desaparecernos el uno del otro de aquí en adelante... me gorreó la cena pero invitó las chelas... Ah, pinche Chava... si no fueras tan chido, amiguito... y, bueno... tendré que convencer a mi tarzán para que vayamos a la fiesta de tu descumpleaños en febrero... jojo!


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2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Elphaba dijo...

JAJAJAJA!

Suele sucedes mi estimadísima Chida... y muy bien que lo pusiste en su lugar, sino te hubiera reclamado dentro de 20 años...

Saludos y un abrazo socia!