Sana, sana colita de rana...

Así me decía mi mamá cuando de pequeña caía y me hacía algún raspón, chipote o herida... y a veces desearía que las heridas del corazoncillo de porra se curaran de la misma forma... con un versito y un beso de mamá... pero no.

Hay quienes dicen que el tiempo lo cura todo... pero yo no sé si creerlo. Hace 2 años sufrí una pérdida de lo más fuerte e impresionante que jamás haya tenido. Dolió como la chingada... sufrí muchísimo y he descubierto que el dolor por esto simplemente no ha desaparecido... Hace 2 años pasé más de 40 noches sin poder dormir... llegué al punto en el que ni yo misma me soportaba, la tristeza y las ganas de no saber de nada ni nadie se iban apoderando de mí. Algunos de los que decían quererme simplemente prefirieron hacer como que no pasaba nada, unos.... y en el peor de los casos alejarse definitivamente de mí otros.

Mi familia se mantuvo al pie del cañón... Y fue precisamente durante ese proceso de recuperación y asimilación de realidades grotescas que conocí a quienes habrían de cambiar mi vida... aquellos con los que por equis o ye me topé en ese camino de desesperación y fragilidad... y hoy son amigos a los que no quisiera perder jamás... 

Mi corazoncillo está apachurrado... aunque la apachurradez de hoy no es ni remotamente parecida a la de hace 2 años... Hoy he aceptado el hecho de que la vida te da sorpresas y la muerte es una de ellas... hoy he decidido ser feliz e intentar no volver a llorar por situaciones que no están en mis manos resolver... Hoy entendí que no llorar por él no significa que lo haya olvidado, al contrario... y sé, por alguna razón lo sé... que él me está viendo y cuidando desde algún lugar de este infinito universo...

Besos eternamente Eddie!!!

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