miércoles, julio 14, 2010

Historia de amor...

Nunca he sido fan de las historias rosas... quizá ahora soporto más las anécdotas cursilosas pero aún así sigo sintiendo repulsión por la romantiquez en exceso... Sin embargo hoy, más con el ánimo bajo y necesidad de olvidarme por un rato de la realidad, leí... de inicio a fin... la mejor historia con un 'felices por siempre'... 

Un par de enamorados que, a pesar de los obstáculos, luchan día a día por defender y mantener intacto el amor que... por azares de la vida, los llevó a coincidir en este universo de infinitas posibilidades...

La historia de la que hablo es, obviamente, la mía con mi Tarzán del alma... 

Dicen que recordar es volver a vivir... y yo acabo de estremecerme y derramar un par de lagrimitas al leer todo lo que tuvimos que pasar... las tristezas, las alegrías... las personas que en algún momento estorbaban para que nosotros fuéramos por completo felices... como ahora.

El viernes pasado una amiga me preguntó cómo había sido todo... yo solo pude respoder: mágico!... La vida nos puso a los dos en el lugar y el momento adecuado para poder hacer realidad lo que, aún sin saber el uno del otro, soñábamos que sucediera...

Desde entonces yo sabía lo que hacía falta para que mi alma respirara tranquila: 'un abrazo de mi Tarzán'... como el de esta mañana en la que las lagrimitas de aserrín bañaban mi carita pecosa... mi respiración era agitada y nuevamente mis deseos volaban, en calidad de urgente, al cielo para que eldealláarriba volteara tantito a ver a mi mamá... ya mi familia... y a mí.

Hace una hora me llamó una de mis hermanas... -Mamá ya está en casa, me dijo...  yo sonreí aliviada. En este momento hablo vía telefónica con mi amorcito de piel canela... sonrío nuevamente.

La historia comenzó, como a él le gusta decirlo, la fría tarde de un viernes de enero... dos simples mortales que con solo mirarse sabían lo que esperaban, lo que deseaban...  Nada de cuentos de hadas ni de príncipes encantados... amor, sueños y sonrisas al por mayor... y sí muchos felices por siempre.

TE AMO, HÉCTOR!

Soy la chida de la historia.

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1 comentario:

Anónimo dijo...
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