miércoles, octubre 20, 2010

Impulsiva... y pendeja.. BAH!

A ratos me da por actuar sin pensar antes en las consecuencias... en algunas ocasiones no pasa nada, al contrario, es la solución perfecta a situaciones que ameritan un 'chinguesumadre' y tantán... Sin embargo hay otras veces en las que el impulso se convierte en una 'granmetidadepata' en la que pareciera que no hay posibilidad alguna para resarcir el daño...

 

Pasa que cuando lo que se daña es el corazoncillo de alguien a quien queremos y nos quiere de regreso... la culpa es demasiado grande, demasiado fuerte... un 'losiento' no siempre es suficiente... y queda la duda acerca de lo que sí lo sería. DAMN IT!

 

Mi lenguaje no es precisamente el de una 'dama'... más bien es parecido al de un trailero malhumorado... y da la casualidad que mis palabras no son siempre interpretadas de acuerdo a lo que dicta mi intención al escupirlas... o sí, pero jamás para molestar, herir o lastimar a una de las personas a las que más amo en esta viduchita de porquería...

 

No digo que sea yo una blanca paloma, al contrario, sé ser cruel y 'desgraciada' cuando me lo propongo... pero eso sólo pasa cuando alguien actúa en mi contra o de alguien que me importa...

 

En fin, tengo que solucionar esto de hablar por hablar...

 

Soy impulsiva, lo sé...


... también soy la chida de la historia.

6 comentarios:

Luisz dijo...

¿'Ora qué hiciste?

Anónimo dijo...

desgraciada es poco... cabrona se queda leve... necesito un diccionario de sinonimos

dimelo a mi si no te conoci!

la chida de la historia dijo...

jajaja, Luisz... pos ya sabes que luego pienso lo que digo hasta después de haberla cagado... =(

... anónimo: ¡desgraciada!... ¡cabrona!... bah!...

la chida de la historia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
El Contador Ilustrado dijo...

Dice una fabula china que iba un monje con su (aprendiz? chalan? asistente? padawan?) aspirante a monje y al quererle explicar la importancia de cuidar las cosas que decimos, le pidio que tirara el agua que traía cargando en un balde al piso, una vez tirada el agua le pidió que regresara el agua al balde, el aspirante le dijo que esto era imposible pues ya se habia integrado con la tierra. El monje contestó que he ahi la importancía de cuidar las palabras antes de decirlas.

quizá tiene razón o quizá no.

Anónimo dijo...
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