lunes, noviembre 01, 2010

Dicen que el tiempo pasa volando.

Y quizá es cierto... de pronto uno toma consciencia de cada minuto de los 60 que conforman cada una de las 24 horas de cada uno de los 7 días de cada una de las... ¡NO MAMAR!... pinche tiempo... y por más que uno pretende estirarlo resulta imposible... chingá.

Sí, hubo... hay y seguirán habiendo muchos cambios en mi viduchita de porquería y eso me alegra mucho... lo que pasa es que es complicado explicarlo todo ahora porque debo esperar resultados a corto y largo plazo... además, dice mi Tarzán que no hay que contar los pollos antes de comprar los huevos... o algo así, la idea es esa.

Hemos estado trabajando mucho, (él y yo)... la energía es, de pronto, menos de la que nos imaginábamos... pero descubrir que cada esfuerzo, cada sueño, cada sacrificio valen la pena... es chidísimo.

El fin de semana emprendimos una de las muchas aventuras que tenemos en mente... Mi Tarzán manejó durante horas mientras yo cantaba a grito pelado para hacer mán amena la travesía... Hablamos de muchas cosas y reímos de otras más. Tuvimos las oportunidad de ver paisajes que parecían sacados de postales... nos burlamos 'descaradamente' de cosillas de otros pueblos y volvimos a casa con ganas de más... siempre más.

Ayer tuvimos la oportunidad de pasar un rato con mi familia... fuimos a casa de mi tío Manuel y, durante una deliciosa cena/velada, descubrí que hay muchas cosas que aún me hacen sonreír, soñar, llorar, cantar y desear.

Escuchar las memorias de mi tío me hizo pensar en lo que vale realmente la pena... las decisiones tomadas a la ligera dejan severas consecuencias y, al final, no queda de otra que hacer de tripascorazón y encontrar la mejor solución posible... Si. sí.

Hoy no trabajé, mi Tarzán tampoco... y pretendíamos hacer un día sólo para los 2 y así fue. No importó que el trabajo irrumpiera de manera inevitable, tampoco pasó nada cuando las casualidades de la vida, mezcladas con detalles poco oportunos, se hicieron presentes por la mañana trayendo consigo lagrimitas de aserrín y confusiones desagradables... Estamos los 2 ahora desde un ciber café... no sé qué haga él pero yo... yo estoy sintiéndome la mujer más feliz del mundototote, como siempre cuando estamos juntos.

* * *

Chingao... acaba de comenzar noviembre y ya veo árboles de navidad por doquier. Bueno, nomás he visto uno... pero bien grandote y me vale madre si exagero... ji.

Soy la chida de la historia.

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4 comentarios:

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Luisz dijo...

Yo namas por pura reciprocidad (y no pongo acentos porque mi celular se traba) no te cuento mis planes. Para no contar los pollos antes de tener huevos, o eso.

Jum...


Saludos.

Ana Marinera dijo...

jaja eso de la "exageración" me agrada un chingo, es la exageración más chingona de todo el mundo! (perdón, creo que exageré).

Yo extraño ver la lunita de octubre, la que se ve por mi tierra. Extrañaré mi primera navidad lejos, aunque igual cada año era una grinch, o como se escriba.