Vuelve ya.

Esperaba que hoy volvieras, mi ansiedad se tranquilizó un poco cuando amanecí, bañada en sudor pero con menos fiebre, pensando en las pocas horas que faltaban para verte... besarte... seducirte... Pero mi suerte no es la mejor, quizá es que debíamos esperar a que me sientiera mejor... con menos voz... pero también con menos dolor...

Mañana será el día, por fin... y es que ya no me cuesta trabajo aceptar lo mucho que te necesito, lo mucho que me haces falta y las ganas que tengo de ti...

Casi una semana. 7 días y mi cuerpo ya exige tu presencia... ¿Cómo esperabas que sobreviviera tanto tiempo sin ti?... ¿cómo es que yo también lo creí?... A duras penas y lo estoy consiguiendo pero, lo confieso sin sorpresa alguna, no podría un día más...

El corazoncillo de porra se hace el occiso... pero es que sabe que cualquier reacción sería letal. Las lagrimitas de aserrín pelean por ver quién de ellas sale primero y baña, alevosamente, mi carita pecosa que sufre, con gestos lastimeros, porque extraña la sonrisa que le provoca tu presencia...

Cursi o, simplemente, honesta... te necesito, amor... ¡vuelve ya!

Soy la chida de la historia.
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