Es difícil hacerles saber a todos los que quieres... que los quieres mucho. Hace casi 2 meses nacieron mis sobrinos, hijos de mi hermano galletoso y mi cuñadaca Astrid. Hace esos mismos (casi) 2 meses que muero de ganas por hacer un viaje a la ciudad de México para besarlos, abrazarlos y decirles que su tía, la chida de la historia, los quiere mucho... los quiso incluso desde antes que nacieran y pidió a Dios, con todas las fuerzas de su corazoncillo de porra, que llegaran pronto a llenar de felicidad a sus papitos queridos.
Últimamente nos ha sido difícil mantener el contacto vía telefónica o mail... pero estamos al pendiente por medio de facebook y twitter. La distancia nunca ha sido obstáculo para el cariño que nos tenemos mutuamente. Yo sé que cuento con ellos siempre y, espero que también ellos sepan que son parte importante en mi vida, que además también cuentan conmigo para lo que sea...
Hace rato, mi hermano, me envió un tuit que me dejó con el corazón apachurrado... algo, no sé qué, está pasando con uno de los gemelos y yo... lo único que puedo hacer por el momento es pedirle aldealláarriba que les eche un ojito, que los apapache (tanto a Mateo como a su hermanito, Rodrigo) y que me los proteja, por favor.
Quiero que pasen rápido estos días, quiero saber que todo está bien con 'las galletitas', quiero que mi hermanaco y mi cuñadaca estén tranquilos, quiero que sepan que les agradezco que me dejen ser parte de su maravillosa familia... quiero... quiero... ¡los quiero mucho!.
Soy la chida de la historia.
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