lunes, diciembre 17, 2012

El cielo puede esperar...

Entre los sustos por la salud de mi abue, las complicaciones laborales y la bola de estúpidos que pululan por el mundo... sin que mi Querétaro lindo sea la excepción... hoy casi morí de hambre. Mi Tarzán y yo nos la pasamos corriendo toda la tarde de un lugar para otro... después de haber lidiado, cada uno por su lado, toda la mañana con los personajitos de cerebro chaparro que osaron cruzarse por nuestros caminos.

Un par de horas perdidas en el banco y el casi infarto al llegar (por fin) a la caja y no traer los datos correctos para realizar la transacción bancaria correspondiente, correr a disfrazarme para una nueva entrevista de trabajo, hacer las compras de los regalos para los clientes de Héctor y desayunar, por el amor de Dios... desayunar a las 7.30 de la tarde/noche. Mareada, con dolor de cabeza, con un chingo de hambre y con el amor de mi vida haciéndonos compañía de manera mutua.

*   *   *

En la mañana supe a través de mis hermanas que:

Mi abue va evolucionando bien: ya le quitaron las aminas (medicamento que ayuda a mantener estables la presión arterial y frecuencia cardiaca), también están modificando los parámetros del ventilador (si todo sigue bien se lo quitan en breve), está conciente... responde a preguntas moviendo su cabecita de algodón y mueve ambos brazos a voluntad. Pa'cabar pronto, lucha con todo para mejorar.

... ya podrán imaginar ustedes, mis queridos 2 que 3 lectores, la felicidad que esto me produjo... a mí y toda la familia... Lamento haber hecho tanto drama, supongo que a ratos no sé controlar lo que mi corazoncillo de porra siente pero... por eso vengo acá... a desahogar mis penas y pedir sus oraciones para que mis seres queridos estén bien. 

Gracias Dios... como bien lo dijo mi paisano: el cielo puede esperar... y mi Mariquita hermosa aún hace falta por acá...

Vayamos planeando esa comilona con carnitas porque sé cumplir mis promesas y porque la felicidad de saber mejor a mi viejita chula me anima a hacer planes así de chidos.

Soy la chida de la historia... y tengo una abuelita bien chida también.
 
ABUE, TE AMO.

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