A ratos las situaciones de la vida se van por caminos entrecruzados que solo atinan a hacernos abrir mucho los ojos y preguntarnos: ¿qué mamadas son esas?...
No estoy muy segura que sea algo exclusivo de mi país... esperaría que no, pero las cosas que acontecen a diario en este, bonito pero pobre y ridículo, México lindo y querido son por demás estúpidas. Ahora resulta que agarran a un grupo de perros callejeros por andar haciendo desmadre en la vía pública... y, sorpresa, esa no es la parte interesante porque, ustedes ya saben que a mí ni me gustan los animales... pero los perros callejeros son algo que me molesta sobremanera... no por ellos mismos, no... por sus pinches ex dueños que después son los mismos que vienen a quejarse y hacer sus comentarios pendejos de '¡pobres animalitos!', 'claro... como ellos no pueden defenderse'... y demás mamadas similares.
¡Son perros!, eso debería quedarnos claro... que no por ello estoy a favor del maltrato animal... pero sé perfectamente que hay una enorme diferencia entre tratar bien a un cuadrúpedo baboso y peludo... que a uno de esos que llamamos de nuestra misma especie.
Me asquean las personas que se pasean con un animalejo entre los brazos, no es nada personal... lo juro... pero me asquean más aquellos que, además, son déspotas con las personas, que tratan mejor a su pinche rata gritona que a quienes les rodean... ARGH! No soporto animales cerca de mí... no soporto ver cómo algunos se dejan lengüetear, olisquear o mordisquear por sus... ejem... mascotas.
Solo ha existido un animal que me produce ternura y por quien siento horrible que, después de 15 años de convivir con la familia (ojo, no de ser parte de ella...) esté sufriendo a ratos por los achaques de la edad... y siento feo de saber que morirá pronto... la opción más 'humana' sería hacerla dormir, quizá.
Ahora, volviendo al tema de los 25 perritos privados de su libertad... con o sin (sic) asesinatos de por medio, son animales que no tienen por qué andar en las calles ensuciando, asustando y quizá hasta haciendo daño a la gente que pasa cerca de ellos... Los animales de la calle no deberían existir... y no sé qué tan mal 'ser humano' seré si confieso que ni me importa lo que pase con ellos.
En alguna ocasión he tenido que cruzarme de banqueta porque hay un perro enorme, sin collar y sin dueño por ahí... también he tenido que correr con mis sobrinos porque algún animalejo se pone 'ladrón' y nos hace aplicar aquello de 'patitas pa qué las quiero'. Recuerdo también cuando a una de mis primas tuvieron que inyectarla (vacuna antirrábica), no sé cuántas veces, porque la había mordido un perro de la calle... ella era apenas una niñita y, si yo hubiera sido su mamá, habría exigido que mataran al animal.
En fin, lo que me preocupa no son los perros (sí, ódienme por culera)... lo que me preocupa son las prioridades... tanto de las autoridades como de la sociedad...
Soy la chida de la historia.
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