lunes, diciembre 29, 2014

5… 4… 3… 2...

Así de rápido, así de inevitable… nos quedan solamente 2 días de este chingón 2014. Ya sé, ¿que por qué, si fue (es) tan chingón, me la pasé quejándome todo el tiempo?… pues porque así soy, si no me quejo, muero… ya deberían saberlo, mis queridos 2 que 3 lectores.

El 24 de diciembre me encontré con la noticia de que mi abuelito Pime estaba quedándose en casa de mis papás, porque un día antes se puso muy malito y le diagnosticaron principios de neumonía… lo cual, a los casi 94 años, debe ser muy complicado y peligroso. 
Sentí horrible verlo ahí acostado y con muchas dificultades para respirar… pero sé (de primerísima mano) la excelente enfermera que es mi mamá… La maquinita de nebulización al lado de la cama y el ronquido que salía del pecho de mi abue, era lo primero que se percibía al entrar en la habitación.

Mi papá cenó con él (su papá)… la nochebuena estuvo un poquito apagada… sin embargo, en mi corazón solo había agradecimiento por la vida, por el amor… por la salud, aún con ronquiditos en el pecho. Esa noche dormimos temprano… 

Al día siguiente el sueño me abandonó antes que a todos los demás… estuve un ratito parada en el barandal que da al patio de la casa de mis papás… sí, ahí nomás… viendo las gotitas de agua helada ir llenando el suelo de puntitos… sintiendo el viento frío erizar mi piel y estirar mis cachetes pecosos… conteniendo las ganas de ir a besar y abrazar a todos porque, no sé… no puedo explicarlo, me sentía (me siento) ridícula, cursi y fabulosamente feliz… oh sí!.

Más tarde tuve que volver a mi casa, después del recalentado, por supuesto, porque al día siguiente había que trabajar… me habría encantado quedarme a compartir con los míos, a reír, a atesorar… 
No pude evitar, antes de salir del cuarto en el que estaba mi abuelito, observarlo detenidamente mientras dormía… esperando ver subir y bajar su pecho, además de escuchar el ronquidito que de el salía. No lo oculto, tengo mucho miedo de perderlo… a él y mi abuelito Esteban que, cada vez más, exhiben los años que llevan ya a cuestas.

El trabajo ha ido lento, monótono y muy aburrido… bien podríamos haber tomado vacaciones y, seguramente, nada habría sido diferente… excepto por el 'descanso' y el tiempo a disposición para estar más cerca de los que amo… pero no, soy tan 'godínez' que doy asco… o risa… o ambos.

Este año ha sido distinto, como lo han sido todos, pues… pero en el mejor sentido. La situación laboral y económica han mejorado… aún estamos sanando el bache, pero con muchísima más luz por delante y, también, muchísimas ganas de seguir esforzándonos porque todo sea mejor cada vez. De nuevo agradezco a mi familia, esposo y amigos que han estado aquí, cerquita de mí… sosteniéndome para no permitir que caiga nuevamente. ¡Gracias!

Tengo tantos sueños, tantos planes y metas por cumplir… Dios, dame fuerza, valor y coraje para no quedarme en el camino… cuida y bendice a mi gente, permanece en nuestros corazones para que podamos seguir adelante… 

Estoy ansiosa, estoy feliz… estoy tan marica, llorona y emocionada, caray. No sé qué me depare el 2015, lo que sí sé es que no voy sola a hacerle frente… Ahora estoy dispuesta a saborear estos 2 días que le restan a mi 2014… 

Soy la chida de la historia.

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