Lágrimas decembrinas…

Ayer, durante las transmisión del programa (el último del 2014), me preguntaba las razones por las que, para algunas personas, diciembre se convierte en un mes pesado, triste, nostálgico… luego, en un comentario, dije que las personas no deberían morir durante este mes. 

El domingo me pasó algo que no sabría cómo catalogar… Hacia días estaba consciente de la fecha… 21 de diciembre, aniversario luctuoso de mi hermosa cabecita de algodón… incluso, ese mismo día por la mañana, sabía perfectamente que, justo dos años atrás, despedíamos entre lágrimas a mi Mariquita chula… Pero algo pasó por la tarde, justo cuando entré a mi casa…  pensé en ella y en segundos, el mismo sentimiento de tristeza, desconsuelo y dolor ante la ausencia de mi abuelita, invadieron todo mi ser. Las lágrimas brotaron de la misma manera que hace dos años… el corazón se estrujó de tal manera que los sollozos eran ruidosos, puede que hasta exagerados… no sé de dónde salió todo eso.

Mi pobre Tarzán no supo qué hacer, ni siquiera sabía por qué me puse así… después solo me consoló y me prometió, como lo hace cada vez que las cosas andan mal, que todo estaría bien… y le creí, como le creo todo… ¡Gracias, amor!

Quizá es que nunca voy a dejar de extrañarla, quizá es que mi corazón jamás estará listo para aceptar su ausencia… Hoy sigo con ese nudo que me obliga a apretar los labios y luchar contra las lágrimas que presionan para salir en montón.

Mi Mariquita hermosa, gracias por todas y cada una de tus enseñanzas, gracias por el amor y el apoyo que siempre me diste… por ser mi cómplice, y no el juez que otros optaron por representar en esta historia… Te amo, con todas las fuerzas que puedan salir de este corazoncillo de porra que se hizo más chiquito y gris el día que te dijo adiós… Gracias por ser mi cabecita de algodón.

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Hoy me encontré con otra noticia, de esas que no te gustaría saber nunca… sin embargo es, también, de esas que son inevitables… La página de Facebook de la facultad de Bellas Artes, anunciaba con tristeza el fallecimiento de un hombre que formara parte de sus filas como académico y como administrativo… 

El escultor Juan Velasco Perdomo falleció el día de hoy, a la edad de 75 años, en la ciudad de Querétaro.

Para todos sus alumnos siempre fue 'el arqui'… era esa su profesión, pero su pasión eran las artes. Muchas de sus obras visten la ciudad de Querétaro… sus enseñanzas me llenaron en el campo del dibujo artístico y la escultura, ambos en diferentes técnicas… En cuanto leí la noticia, no es que no lo pudiera creer, simplemente dolió… dolió como duelen las pérdidas irreparables, incomparables… las que no deberían suceder jamás. Mi corazón se apachurró y las lágrimas también brotaron… 

Me siento triste, sí… desearía deshacerme fácilmente de estas emociones… sin embargo también estoy lista para cambiar el chip en cuanto deba hacerlo… por ejemplo cuando, esta noche, me encuentre con el amor de mi vida y él me mire con esos ojitos negros que consiguen que me olvide del mundo… sé que cuando le cuente de todo esto, es probable que no lo entienda… pero me va a regalar uno de esos abrazos que me devuelven el alma… Debo cambiar el chip mañana, pues debo trabajar medio día y hay pendientes que no respetan festividades… El chip debe seguir en modo feliz pues, mas tarde, iré a compartir con los míos… ver qué onda con la cena y prepararme para ir a cantar la bienvenida al niño Dios… Espero la misa de mañana con mucha ansiedad e ilusión… y después ¡a celebrar!.

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Hoy estoy con el ánimo medio mamila, por eso la felicitación y los buenos deseos tendrán que esperar a mañana… hoy solo les pido que me abracen, que no vean lo ridícula que soy al gimotear mientras tecleo todo esto (de contrabando desde la oficina)… y sepan, de verdad sépanlo, que los amo y agradezco contar con ustedes, mis queridos 2 que 3 lectores, en esta viduchita de porquería.

Soy la chida de la historia.