Verán, mis queridos 2 que 3 lectores… la chida de la historia es de esos perros que, al parecer, ladra pero no muerde… aunque esa es la pantalla, el disfraz que utilizo para dejarlos que se confíen, que crean que pueden verme la cara de pendeja como y cuando se les dé la gana…
La Chida de la historia soy yo… en consecuencia, mi familia y seres queridos son, de manera automática, bien chidos también… así que no permito que nada ni nadie les haga daño, si está en mis manos evitarlo, lo haré… y si no, utilizaré mis mejores armas para desquitarme del/la incaut@ que ose atreverse.
No, queridos míos, no soy peligrosa… tampoco estoy loca, uso la camisa de fuerza por mera moda. Pero no dudaré en lo más mínimo si alguien se quiere pasar de listo…
Se preguntarán ustedes si este mensaje es para alguien en particular… y yo, diplomáticamente, diría que el saco es para quien le quede y decida ponérselo… aunque en el fondo, tanto esa persona como yo, sabemos que no es así… que este saco tiene nombre y apellidos… pero por alguna razón eso es algo que me duele… porque, seamos realistas… los ganchos al hígado duelen maldita sea la cosa… y más si son propinados por alguien a quien queremos… y más si ese 'alguien', queriendo o no, consigue lastimar a alguien a quien no solamente amamos, sino que es parte de nosotros mismos…
En fin… que me caga no poder decir las cosas claras… porque prometí no meterme, prometí respetar espacios… y cuando la chida promete algo, amigos, lo cumple… ¡a huevo!
Ustedes tal vez no lo crean… puede que sí pero sean más las veces que lo duden…
Soy la chida de la historia… í'ñor!!
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