Seguro he de estar empachada, tragarse tantas palabras no es tarea fácil.
Después de leer algunos de los viejos posts de este, su blog de confianza, he de reconocer lo mucho que he cambiado, lo bien que me ha sentado madurar y lo increíblemente feliz que soy ahora.
El post del que vengo a burlarme (los chingones nos reímos de nosotros mismos) es de marzo del 2008... uuuh, ya llovió...y pensar que ese fue el año en el que todo cambió, el tremendo pero feliz parteaguas de mi vida....
El ejercicio consiste en embarrarme (en mi propia cara) la sarta de estupideces que escribí en su momento... las cuales, obviamente, eran mi realidad, mis sentimientos y mis negaciones.
El mencionado post original lo puede leer
AQUÍ
* * *
No quiero casarme... nunca!
Aquí va la primera carcajada porque, después de no querer hacerlo, ahora sueño con ello... aún ante la imposibilidad... pues, el matrimonio en el rito católico, que es el que me importa; no puede llevarse a cabo... ya que mi Tarzán es divorciado... en fin.
¡Matrimonio!
Qué ñoño, qué ñoño.... en definitiva esto no es para mí.
¿Qué sabía yo lo que era o no para mí?, lo que pasaba entonces es que creía en el crecimiento individual, en los sueños de manera superficial... en el egoísmo como estandarte.
Muchas son las razones para tener como objetivo en la vida no
casarme... me niego a ser parte de la tradición... muchas de esas
razones no las entenderían... pero las que quizá sí, las enlisto a
continuación con previa advertencia: no están sujetas a aprobación....
Claro, si la chida era yo (lo sigo siendo) y nomás mis chicharrones tronaban... cuándo iba yo a aceptar (siquiera a creer) que alguien más me complementara... ¿caer dentro de lo común, hacer lo que todos hacen y terminar siendo como los demás?... obvio no, pero sí... a mi modo. Ja!
Libertad.
Cuando
estás con alguien, de pareja, eso de compartir es más que necesario...
terminas compartiendo incluso cuestiones íntimas y personales. Pero lo
que en realidad me preocupa es que mis planes puedan depender de alguien
más... y no me refiero a pedir permiso para algo... (la prehistoria ya
pasó... ), si ni a mis papás les pedía permiso para nada..., más bien es
que soy demasiado egoísta... me gusta hacer lo que quiero, cuando YO
quiero y exactamente como quiero...
Fue entonces que aprendí que la libertad también se comparte, que dos cabezas piensan más que una y que dos corazones sienten muchísimo más... sobre todo si se aman tanto como lo hago yo con mi Tarzán. Ahora, mis planes lo incluyen para todo, mis sueños, metas, ilusiones y logros, no existen sin él como parte fundamental...
Privacidad.
Creo
que este punto es importante... cada uno de nosotros tenemos manías y
necesidades propias que, de casarme, tendrían que ser expuestas ante
"alguien" más... y NO..., porque todas esas cosas son mías... sólo
mías... Vuelvo al punto: soy egoísta, además de cohibida... Hay cosas
que requieren de un alto grado de intimidad.
¿Y quién va a quererme más que él?, además de mi mamá, claro...
Si hay alguien que conoce mis manías, mis vicios y mis malos hábitos... y además, me ama tal cual soy, es justamente él... Si puedo ser yo, de manera natural, es con él... sin inhibiciones, sin caretas...
Cotidianeidad.
Me
gustan las sorpresas, los cambios... no imagino pasar el resto de mi
vida (así dicen ¿no?) con la misma persona, haciendo lo mismo,
manteniendo una rutina. Yo sé que cuando se ama a alguien pueden hacerse
mil sacrificios... pero no estoy segura que sea de por vida... Si
llegara a suceder (toc, toc... toco madera), el "alguien" tendría que
estar igual de 'lucas' que yo y ser muy, pero muy paciente...
Amanecer a su lado cada mañana... esa es la mejor rutina que pueda existir. Abrir los ojos y ver los suyos somnolientos mientras me mira fijo, juega con mi cabello alborotado y me dice alguna frase linda... definitivamente es la manera de comenzar un buen día. Es paciente, sí... está loquito, también... y lo amo con todas las fuerzas de mi corazoncillo de porra.
Espacio.
Mis
cosas, mis colecciones de basura (eso dicen mis hermanas), mis cuadros,
mis dibujos, mi ropa, mis zapatos, mi entorno... me gusta decidir sobre
todo lo que me rodea (o sea, mío)... Cuidadito cuando alguien se mete
con eso... no lo tolero....
Ahí sigo muy parecida... soy una acumuladora, además de una acaparadora. De todas las cosas que hay en la casa, quizá el 70% sean mis chunches y colecciones... mis cuadritos, mis chingo de zapatos, montones de ropa que ni siquiera uso y demás porquerillitas que sigo defendiendo a capa y espada.
Economía.
Al igual que con el resto de las cosas me gusta decidir acerca de los gastos que hago... sé perfectamente
cuándo tengo
que apretarme el cinturón o cuándo puedo gastar un poco más y darme
algún lujillo... No me visualizo planeando con alguien acerca de lo que
sólo a mí me ha costado ganar....
Puritito egoismo y mamonería hablaban por mí... después de todo, hay cosas que terminan perdiendo por completo importancia... hoy comparto, mucho más que el dinero, la vida.
Entrega.
Cabe
mencionar que otra de las cosas que no deseo en mi vida, aparte de un
marido, son los hijos... no creo contar con las características
necesarias para eso... ni para esposa, ni para ama de casa (naaah), y
mucho menos para mamá.... No soy condecendiente ni mujer abnegada... soy
de lo piorrrr, así que una vez más hago alarde de mi incompetencia para
cualquiera de esas labores... me niego rotundamente....
Y pensar que, ahora, uno de mis mayores deseos es el de tener un hijo(a)... sin embargo, sigo confiando plenamente en la voluntad de Dios y lo que Él sabe que es, o no, bueno para mí, para nosotros. No estaba lista en ese momento, era tan inmadura, tan indecisa... y muchas de esas cosas a las que me negaba, las hago ahora... Rezo porque Dios haga un milagro en mí... y si no, tampoco lo reprocho.
En conclusión... soy demasiado egoísta, demasiado maniática, demasiado yo....
Lo sigo siendo... pero ahora al lado de mi Tarzán chocolatoso.
Y
¿saben qué?, lo peor que podría pasar es que algún día termine
tragándome (rápida y asquerosamente) mis propias palabras... hasta
entonces, no insistan.
¡CONCEDIDO!
El
punto no es que tenga que retractarme de todo esto algún día, el punto
es si existe alguien que me acepte con toooooooooooodas mi manías....
Gran reto... ja ja ja
¡¡LOGRO DESBLOQUEADO!!... ¡¡A HUEVO!!
Soy la Chida de la historia.