viernes, septiembre 22, 2023

Cubetada de agua fría.


No es que yo no lo supiera, al contrario. soy muy consciente de mi realidad actual. de lo que perdí y de todo lo que implica dicha pérdida pero, carajo, es que a veces me siento más poderosa de lo que realmente soy y, puta madre, la realidad se da el lujo de abofetearme cada vez que se le da la gana.

Hace un par de meses por fin, después de años de tratamientos y cirugías, pero jamás falsas esperanzas, me dieron la etiqueta irrefutable de 'visión baja', lo cual quiere decir que tengo un tipo de discapacidad porque, sin miedo al sentido estricto de las palabras y sin hacernos chaquetas mentales acerca de que no son discapacidades sino capacidades diferentes, no mamen, sabemos que las limitaciones son reales  solo que, en este caso particular, no se notan y puede que hasta hagan a los demás dudar de su veracidad, ya no hablemos de su gravedad.

He aprendido, a fuerza de tropezones. a sortear escalones, baches, postes y desniveles... Muchas veces he pasado momentos incómodos cuando una persona me extiende la mano para saludarme u ofrecerme algo y yo no me doy cuenta, me apena muchísimo preguntar por algún objeto y tenerlo frente a mí o cuando intento alcanzar algo pero no mido la distancia o no sé las proporciones y termino 'haciendo el oso' pareciendo torpe cuando simplemente no veo bien.

La vida cotidiana es difícil y lo ha sido más la profesional, de la cual tampoco queda mucho. Mi amor por las artes, los colores, las formas y las proporciones sigue intacto, pero es dolorosísimo ya no poder apreciar las cosas como son en realidad y peor aún es ya no poder producir casi ningún tipo de material visual y, como era casi lo único que sabía hacer más o menos bien y que además era mi forma de sustento, es sumamente complicado, además de vergonzoso, ya no poder valerme por mí misma y sentirme, de manera constante y a pesar del apoyo e inmenso amor de mi familia, una carga pesada e inútil.

A veces es difícil también lidiar con las personas que, aún con todísima la buena intención del mundo, tratan de dar ánimo con frases como: lo importante es que estás viva, podría ser peor, hay gente que ya no ve nada, al menos puedes caminar... 

Y yo sé, de verdad que lo sé, que lo hacen con buenas intenciones pero no ayudan cuando exigen que me sienta manos mal y que aún con dolores físicos y emocionales encima, mantenga el optimismo en alto... Denme chance, please, la Chida de la historia a veces no es tan chida como ustedes creen y, sin ánimo de hacerme la 'vístima', a veces necesito tirarme al piso en posición fetal y llorar un poquito sin que me juzguen o me presionen.

Ya no trabajo, bueno, a veces hago cosas chiquitas con un zoom escandaloso y consigo, a modo de placebo, curar un rato mi necesidad creativa y generar unos pesitos con el sudor de mi frente y el ardor de mis ojitos pispiretos. Hace un par de días acepté hacer una pequeña producción de tazas sublimadas y todo iba bien, el diseño fue autorizado a la primera y, con un par de tropiezos con mi proveedor de materiales, logré llegar a la parte de impresión pero me encontré con colores pastel muy suaves que mis ojos fueron incapaces de distinguir sobre el papel blanco y entré en crisis, una cubetada de agua helada me cayó encima con todo el peso de la realidad... El marido entró al quite y me ayudó a cortar cada papelito y dejarlos listos para ser quemados. Las tazas estarán listas a tiempo y, con lágrimas y frustración de por medio, opté por sentarme un ratito a escribir como antaño, en la computadora, rodeada de lápices, plumones de todo tipo, pinceles, dibujos viejitos y demás chunches que saturan la superficie de mi escritorio y la de mi nostalgia al mismo tiempo.

Soy la Chida de la historia.


2 comentarios:

Coŋejo pestilente dijo...

Eso que dice de la torpeza que no es, carajo bien podría tener genes "Zavala" en usted, nosotros TODOS somos inútiles y torpes y eso que vemos disque bien. Y eso de hacer el oso, eso déjeselo a los profesionales en la osería, nosotros, usted no señorita, usted es y seguirá siendo la chida carajo.

Me lleva el tren acabo de leer lo de las frases de ánimo estúpidas, creo que ya caí en eso... si es así, dispense a este conejo idiota ¿ve? así somos los Zavala primero metemos la pata y luego... la volvemos a meter, nuestra especialidad.

Ay no señorita, TOOOODOS necesitamos tirarnos en posición fetal y chillar en el piso, mire, yo soy muy fitness y me encanta el ejercicio y varias veces me han visto en la calle y me ven la cara de pocos amigos y así como infladito, se les baja lo gallitos y se van, entrené lucha libre, quedé segundo lugar en un torneo de taekwondo en universidades, y aún así con todo eso diario es de llegar a mi camita y acostarme boca abajo y quedarme así con mi cobijita de tigre y un peluche tal vez, ya después me levanto y sigo conquistando al mundo.

Chales, siento que esta entrada es venganza de la vez de cuando le conté el porqué hablo de "usted", me hizo sentir chiquito y chillón, ora me voy a pasar la tarde-nochi acostado tapado con mi cobijita de tigre y mi peluche favorito. Usté si es una chingona, y le quería decir esas mamadas de "ánimo" pero no, ya vi que no, tons le digo... no sé, puta ansiedad social, diga lo que diga no voy a poder dormir porque sé que voy a meter la pata y luego otra vez y a lo mejor en serio sí la molesto tons, no sé ¿un fuerte abrazo? y pues sí es muy chida asté y chingona bueno eso.

la chida de la historia dijo...

La de usted sí es una forma chida de levantar el ánimo, me ha hecho sonreir y reír, mil gracias por eso. Oiga, qué genial lo de la lucha libre, a veces digo que ese deporte (como aficionada, obviamente) es uno de mis gustos culposos pero luego pienso: ah, chingá, y culposo por qué?... Un día de estos voy a escribir acerca de la importancia de la lucha libre en mi vida... De verdad, muchas gracias por las porras y el ánimo, prometo volver a ponerme la máscara y saltar desde la tercera hacia las butacas para aplastar al contrincante. ☺️

Ah, y sí le acepto el abrazo, me anda haciendo falta.

Saludísimos