No me malentiendan, estoy segura de la decisión que tomé y estoy esforzándome mucho porque sé que las nubes rosas se agotaron hace mucho, sin embargo, sé también que el amor va mucho más allá de corazoncitos flotantes y lunas de miel... Es solo que no es fácil, pasan los días y sigo sin sanar la rotura de mi corazón y, carajo, no soy tan buena como quisiera y como ustedes han de imaginar a veces.
Ayer hablé con uno de mis amigos (gracias a todos por seguir ahí) y no sé si es que no estoy acostumbrada a hablar de mí, de lo que siento, de lo que ocultamente deseo; y descubrí cosas y sentimientos que no sabía que tenía, frustraciones contenidas y silencios que siguen haciendo daño.
El prototipo de (mi) hombre perfecto está perdido y ahora mismo soy un bulto andante que busca estabilidad y paz, a pesar de los pesares.
Y sí, queridos míos, la Chida es esa chillona que se inspira en su propio dolor para venir a escupir letras aquí, donde sólo somos ustedes y yo, y yo abuso de su bondad (suya de ustedes) para que me sequen las lagrimitas de aserrín y me pasen un kleenex para sonarme los mocos. Gracias infinitas por eso.
Soy la Chida de la historia.
2 comentarios:
¡A huevísimo carajo!. Chida hasta para sentirse mal asté sí es chida en todo el sentido de la palabra puesn.
"ahora mismo soy un bulto andante que busca estabilidad y paz, a pesar de los pesares." Así definiría mis cuarentas, cada palabra le atinó a exactitud.
Los cuarenta son los nuevos treinta... No pasa nada, a darle!!!
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