Como bien saben, mis queridos 2 que 3 lectores, el fin de semana pasado vinieron de visita a mi Querétaro lindo las hijas del amor de mi vida. No es secreto para ustedes, tampoco para él, el miedo que tenía de que llegara el día... las reacciones y consecuencias posibles me hacían morder mis uñas hasta que dolieran los dedos...
Afortunadamente, para ellas, para su papá y para mí, las cosas salieron mucho mejor de lo que esperábamos... Los planes no pudieron cumplirse al 100, la re pinche lluvia nos lo impidió y tuvimos que improvisar en el momento. Las primeras 3 horas de contacto fueron cruciales... previamente nos habíamos estado mensajeando 'la mayor' y yo para ponernos de acuerdo a qué hora iría a recogerlas a la terminal de autobuses... pero algunos detalles hacían peor la espera y mi nerviosismo aumentaba.
Primero resultó que la línea de autobuses no las dejaba viajar solas por ser menores de edad... ¡No mamar!... y la única solución fue que su mamá (ex esposa y eterno problema de mi Tarzán) viajara con ellas... ¡¡¡NO MAMAR!!! Luego el autobús se descompuso a medio camino... la espera y el sufrimiento se alargaron una hora más... Por fin llegaron por ahí de las 7 de la tarde y justo en el momento en que yo estacionaba el coche un mensaje me sacó de mis cavilaciones: ¡xa xegamos!... sí, sí... así merito.
Con paso lento y el corazón latiéndome a mil me adentré en las salas de llegada de la central... sabía que debía recorrer unos cuantos metros si hubiera entrado por la puerta principal... pero a propósito me regalé unos segundos más y entré por otro lado... a lo lejos ubiqué a la más pequeña... a ella ya la conocía pues había venido de visita el año pasado... por lo menos ya tenía ganado con ella el 33.3333333% del juego. Afortunadamente 'la mamá' acababa de subirse al autobús de vuelta al defe...
Mientras caminaba hacia ellas pensaba: 'tranquila, no pasa nada, sonríe'. Las saludé amablemente y les pregunté acerca de su viaje y blah, blah... los nervios no disminuían. El cielo se estaba cayendo en mi Querétaro lindo y mi carro fallando de la (fucking) batería. La charla no fluía y los silencios eran cada vez más largos e incómodos. Al fin llegamos a casa y esperábamos que en cualquier momento llegara mi Tarzán para llevarnos a pasear, pero no... tuvo algunos contratiempos en el trabajo y llegó por ahí de las 10.30 de la noche... ¬¬ Lo bueno es que en el inter tuvimos (en serio tuvimos) que platicar de esto, lo otro y aquello... Así se aflojó un poco el estrés que había, tanto de mi parte como de la de ellas...
En realidad el fin de semana transcurrió tranquilo y todos disfrutamos de la convivencia. El sábado hubo una reunioncita en la casa... Era la primera vez que yo conocía lo que era tener invitados y, debo confesar, entre que me gustó y no... Me refiero a tener casa llena y estar atendiendo a todos... preocupada porque todo salga bien... y cuando sale: fiuf!... ¡que chido!
Luego, con lluvia y todo, fuimos a ver el iluminado (tan chafa), que por el 'bicentenario', tenía el acueducto... nos tomamos fotos con los alebrijes gigantes... chidos! pero me parecieron demasiado y tan fuera de lugar...
El domingo fue familiar... pero descubrí que el término 'familia' ya no aplica sólo a mis papás, hermanos y parches... Fuimos a la pirámide del Pueblito, así es... créalo o no, querido lector de 2 que 3, en Querétaro hay una pirámide... chiquita, re vieja, muy chida pero ni nos dejaron subir... Después fuimos al centro, tomamos chocolate frappé y recorrimos a pie las callecitas adoquinadas del centro... Por la tarde/noche me acompañaron a cumplir con mi ritual de cada domingo: la misa. El día estuvo chido y las fotos quedaron de 10.
El lunes la cosa fue más tranqui porque mi Tarzán habría de trabajar todo el día... nosotras (nuestras 'ellas') y yo, nos lanzamos a casa de mi madre porque habíamos quedado de llevar los ingredientes para unas deliciosas 'gorditas queretanas'... Luego del almuerzo fuimos a 'pasear las carnes al centro', según una de mis hermanas... y por la tarde una peli con mis hermanas y sobrinos... y por la noche: cine. Mi villano favorito fue, lo digo en serio, una de las mejores películas animadas que he visto últimamente... Oh yeah!
El martes por la mañana fue todo tan de prisa que, cuando me di cuenta, ya estaba moviendo la mano hacia un autobús con 'Ciudad de México' como destino. Abrazada a mi Tarzán sentí que la burbuja se rompía... se nos acabó el 20 y de vuelta a la realidad...
Mi familia fue de gran ayuda y soporte en esta situación de la que, afortunadamente, salí ilesa y con muchas sonrisas, satisfacciones, planes y ganas de que el futuro nos alcance... Sólo el tiempo dirá lo que ha de ser de nosotros... pero a la vez, nosotros hacemos lo que nos corresponde para darle una ayudadita y el resultado sea el mejor... como esta vez...
Soy la chida de la historia.
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